Cartas al director
«La ley soy yo»
El líder sandinista Daniel Ortega, como buen dictador de izquierdas, continúa con la persecución a la Iglesia Católica en Nicaragua. Ha cerrado la Universidad Centroamericana (UCA), y ha ordenado la disolución de la Compañía de Jesús y la expropiación de todo su patrimonio.
Mi solidaridad y oración por los jesuitas que sufren esta injusticia. La historia enseña que este tipo de acciones contra la Iglesia y contra los jesuitas en particular tienen un futuro corto. La libertad religiosa es un pilar fundamental para una sociedad sana.
El Señor de la Historia acogerá bajo su protección a los jesuitas de Nicaragua.
El relativismo moral fue el caballo de Troya utilizado por la izquierda para intentar acabar con la cultura cristiana y sustituirla por otro dogmatismo «clerical», otros y ultrapropagandísticos espacios «sagrados», otro ultraideologizado calendario «litúrgico». También falsos y contrarios a la dignidad de las personas.
La Iglesia sabe que, si se desprecia el derecho, todos corren el peligro de pensar «la ley soy yo», no sólo el dictador Ortega.