Cartas al director
España, ¿un Estado democrático fallido?
Es muy duro hacerse esa pregunta pero, después de lo acontecido en el día de la investidura de Salvador Illa como presidente de la autonomía de Cataluña, donde el verdadero protagonista no fue, ni por asomo, el candidato socialista, sino el prófugo Puigdemont, lo planteo como una hipótesis de trabajo. El Estado español está muy cerca de dejar de ser un Estado democrático y social de derecho, por las siguientes razones:
1. No se es democrático si no se respeta la separación de poderes y no se ejecuta las órdenes y requerimientos judiciales, en este caso, del Tribunal Supremo. Haber permito la fuga del prófugo después de su surrealista puesta en escena es inaceptable.
2. No es Social si no hay igualdad entre los españoles. Y se rompe la Caja Única de solidaridad interterritorial.
3. Y no es de Derecho, porque padecemos un gobierno que se salta la ley por la torera, riéndose de todos. El silencio cómplice con el esperpento de ayer es el último ejemplo. Ya tenía que haber dimisiones.