Por el derecho a la vida
De extrema izquierda y radical es el Gobierno, que entrega las políticas sociales en manos de ministras comunistas, una ideología condenada por las múltiples violaciones de derechos humanos realizadas a lo largo de toda su historia, desde su fundación
Llevamos décadas padeciendo los avances de la cultura de la muerte que se concretan en la falacia –sostenida por el Tribunal Constitucional con el aplauso de todos menos VOX– de que el aborto es un derecho. Pero quienes así lo consideran no nos ha explicado muchas cosas. Por eso les hacemos estas preguntas:
–¿Cuál es la razón por la que ustedes mismos han pasado de concebir el aborto como un mal que hay que tratar de evitar, a concebirlo como un bien que se debe procurar?
–¿Por qué consideran que es bueno y aceptable un aborto, y consienten que se utilice como un anticonceptivo más?
–¿Por qué les parece escandaloso lo que propone VOX, el que una mujer que va a decidir eliminar la vida de su hijo pueda, voluntariamente, escuchar el latido de su corazón?
Lo que resulta escandaloso es que todos los grupos parlamentarios, incluido el PP, como ha ocurrido en Castilla y León, impidan que una mujer que va a sufrir ese desgarro conozca el alcance de sus actos, ni tan siquiera sea libre para decidir, cuando el aborto produce un daño irreparable.
Lo que es escandaloso es que presionen a los médicos, cuya función es salvar vidas, para que las eliminen.
–¿Por qué existen todo tipo de facilidades, información, medidas y financiación para acabar con la vida de un hijo, y no existen para sacarlo adelante?
Según Red madre, las CCAA gastan 12 veces más en abortos que en ayudar a las mujeres embarazadas que quieren ser madres.
–¿Por qué con el expolio fiscal que sufrimos, invierten nuestros impuestos en financiar la muerte, y no se destinan a salvar vidas?
–¿Por qué, si según el CIS, el 77 por ciento de los jóvenes no tiene hijos por motivos económicos, no llevan a cabo una política de ayuda a la natalidad?
Todas estas preguntas las dejan sin respuesta, porque existe una maldad intrínseca escondida en sus políticas.
La guerra que han emprendido no es con tanques ni con bombas, es bastante más velada y dañina. Va dirigida como un torpedo directamente al corazón. Es un enemigo invisible, disfrazado de derechos y lanzado con el objetivo de acabar destrozando a la mujer, a su hijo y con ellos a la familia.
Y en esta guerra están todos los grupos parlamentarios implicados menos VOX, y digo todos, incluido lamentablemente el PP, que ha asumido de forma total la ideología de género y la consideración del aborto como un derecho, aplaudiendo la sentencia del TC, donde lo considera como tal, excediéndose en su resolución.
¿Y nosotros somos los ultras, radicales, y de extrema derecha, por defender la vida de toda persona humana desde su concepción hasta su muerte natural?
Lo que nosotros pensamos es que los radicales son los que consideran que es un derecho y un avance el matar a un ser humano.
De extrema izquierda y radical es el Gobierno, que entrega las políticas sociales en manos de ministras comunistas, una ideología condenada por las múltiples violaciones de derechos humanos realizadas a lo largo de toda su historia, desde su fundación. Esto es lo radical.
¿Pero, cómo vamos a aceptar que impongan su visión de la mujer? Los progresistas, cuya musa intelectual es Simone de Beauvoir, una mujer acusada de abusos sexuales a otra mujer, que tuvo relaciones sexuales con una menor, y que por supuesto despreciaba obsesivamente la maternidad.
Lo que es de extrema izquierda liberticida (valga la redundancia) es intentar impedir que se celebre un acto en el Senado a favor de la vida. Esta es la verdadera cara del ‘progresismo’ inhumano y totalitario que no puede soportar ningún proyecto democrático.
Nos acusan de ir contra los derechos de las mujeres. ¿Los que sacan violadores a la calle, o hacen competir a las mujeres contra los hombres, porque el sexo se elige? ¿Los que basan su política de igualdad en falsas perspectivas llamadas de género, que no tiene en cuenta la cualidad maternal, y tan solo persigue inocular división y odio contra el hombre? ¿Los que estimulan la eliminación de un hijo? Eso sí, siempre son políticas para los demás, nunca para ellos en sus torres de marfil.
Nosotros queremos que se reconozca el derecho de una mujer a ser madre, y que esa mujer sea ayudada cuando se encuentra en dificultad con todos los recursos del Estado.
Gobernar supone elegir y la izquierda siempre elige la muerte. Nosotros siempre la vida.
Ellos pasarán, todos pasaremos, pero la Verdad no pasará. Hay unas verdades inherentes al propio mundo y al ser humano, que determinan que o somos defensores de la vida y la familia, o España y Europa no serán.
El derecho a la vida es la raíz y el sustento de toda civilización y actualmente solo VOX lo defiende por convicción, otros se equivocaron cuando creyeron que por rentabilidad política se podían abandonar los principios. El mundo está despertando y el PP se empeña en estar en el lado equivocado de la historia.
- Lourdes Méndez es diputada nacional de Vox por Murcia