Benedicto XVI sigue «grave», aunque «ha descansado por la noche»
«El Papa emérito ha conseguido descansar durante la noche y hoy está absolutamente consciente y lúcido. Pese a la gravedad de su estado, la situación es estable en estos momentos». Es el mensaje que ha transmitido a las 14:00 horas de hoy un portavoz de la Santa Sede, un día después de que el Papa Francisco pidiera oraciones por su predecesor en el cargo y fuera a visitarlo personalmente al Monasterio Mater Ecclesiae.
La realidad es que Benedicto XVI tiene problemas de respiración desde hace semanas. Los médicos que le atienden han detectado una disminución en la capacidad muscular del tórax, lo que dificulta la actividad de pulmón y corazón. Cualquier pequeño incidente en un paciente de 95 años, que ha sufrido problemas de corazón y que tiene un marcapasos, puede tener un desenlace crítico.
Hay que recordar que cuando Ratzinger era aún prefecto de Doctrina de la Fe, antes de ser elegido Papa en el año 2005, le presentó su renuncia a Juan Pablo II, ya que había sufrido problemas de corazón. Pensaba en ese momento que necesitaba reposo y dedicarse a una actividad intelectual que no exigiera tanta energía como el trabajo en la Curia de la Santa Sede. La respuesta de Juan Pablo II fue clara. Necesitaba sus servicios y Ratzinger se mantuvo en el cargo hasta el último día.
Durante estos días de especial gravedad, al Papa emérito le atiende su médico personal, que es precisamente un Cardiólogo, Patrizio Polisca. Este especialista está siguiendo el día a día del Papa, que sigue bajo vigilancia en su propia residencia, dentro de los muros del Vaticano. Allí se mantiene junto a su secretario personal, Georg Ganswein, y cuatro mujeres laicas que le llevan atendiendo desde que dejó de ser Papa, en febrero de 2013.
En los aledaños del Vaticano hay desde ayer una gran actividad, con cientos de cámaras de televisión de todo el mundo, atentos a la grave situación de Benedicto XVI. En caso de que se produjera su fallecimiento, se trataría de la primera vez en la historia en que se celebra el funeral de un Pontífice, mientras su sucesor ya está en el cargo. Lo normal, hasta que Benedicto XVI presentó su renuncia, es que los pontífices se mantuvieran en el cargo hasta la muerte. De hecho, el último episodio de renuncia antes de Ratzinger, hay que buscarlo hace 700 años, con Celestino V, quien está enterrado en L’Aquila, a más de 100 kilómetros de Roma.
Desde que Francisco anunció que el Papa emérito estaba grave se han convocado numerosas iniciativas de oración por él. La diócesis de Roma ha organizado para este viernes la celebración de una Santa Misa por la salud del Pontífice emérito. Tendrá lugar en la catedral de la ciudad, en San Juan de Letrán, a las 17:30 horas y estará presidida por el vicario de la diócesis, el cardenal De Donatis.