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02 de julio de 2024

Los 21 mártires coptos antes de ser asesinados

Los 21 mártires coptos antes de ser asesinadosCNS

El Vaticano celebra la primera fiesta de los 21 mártires coptos de Libia con la veneración de sus reliquias

En la Basílica de San Pedro se conmemoró por primera vez a los 21 Mártires Coptos de Libia en una emotiva ceremonia anunciada por el Papa Francisco en mayo de 2023, tras su inclusión en el Martirologio Romano

La Iglesia católica ha conmemorado oficialmente a los 21 Mártires Coptos de Libia, asesinados por el autoproclamado Estado Islámico en 2015, en una emotiva ceremonia presidida por el cardenal Kurt Koch en la basílica de San Pedro, el jueves 15 de febrero de 2024. Esta conmemoración fue anunciada por el Papa Francisco en mayo de 2023, cuando incluyó a los mártires en el Martirologio Romano.

«Estos jóvenes, junto con muchos otros mártires contemporáneos, son ejemplos que inspiran nuestra fe y nos recuerdan las palabras de Cristo: 'No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos'», sostuvo el cardenal Koch durante los ritos de introducción de la oración ecuménica en memoria de los mártires coptos de Libia.

«En este día, nosotros, cristianos de Oriente y Occidente, tenemos la alegría de celebrar juntos a los 21 Mártires Coptos de Libia, quienes confesaron su fe ofreciendo sus vidas al Señor el 15 de febrero de 2015, y cuyos nombres están ahora inscritos en el Martirologio Romano: Milad, Abanub, Maged, Youssef, Kirollos, Bishoy, Samuel, Malak, Tawadros, Gerges, Mina, Hany, Samuel, Ezzat, Luka, Gaber, Essam, Malak, Sameh, Gerges y Matthew».

El acto de valentía de estos 20 egipcios y un ghanés, degollados en la playa de Sirte, Libia, fue destacado en la ceremonia. Los mártires fueron asesinados por extremistas del Estado Islámico durante un período oscuro de intolerancia religiosa en la región.

Una oración ecuménica

En la oración ecuménica, las reliquias de los mártires fueron veneradas en la basílica vaticana, marcando un gesto significativo de unidad entre la Iglesia Católica y la Iglesia Copta Ortodoxa. Asimismo, el documental Los 21: El poder de la fe', respaldado por el Papa copto Tawadros II, fue proyectado en la Filmoteca Vaticana, explorando la valentía de estos mártires.

El Papa Francisco, al incluir a los mártires en el Martirologio Romano, subrayó la comunión espiritual entre la Iglesia Católica y la Iglesia Copta Ortodoxa. El acto ecuménico de este jueves se realizó un años después de la celebración del 50º aniversario del encuentro ecuménico entre Pablo VI y Shenouda III en 1973.

La declaración del Papa enfatiza el «ecumenismo de la sangre», instando a que las oraciones de los mártires coptos fortalezcan la amistad entre las iglesias católica y copta y anhelando el día en que puedan celebrar juntas en el mismo altar. La entrega de las reliquias de los 21 mártires por parte de Tawadros II simboliza esta «comunión espiritual».

En mayo de 2023, el Papa Francisco besó las reliquias donadas por la Iglesia Copta Ortodoxa: los lazos de plástico manchados de sangre que los terroristas del Daesh usaron para atar las manos de los 21 jóvenes mártires. «Estos mártires fueron bautizados no solo en el agua y en el Espíritu, sino también en la sangre, una sangre que es semilla de unidad para todos los seguidores de Cristo», ha afirmado el Santo Padre.

Martirio en vídeo

El atroz asesinato de los mártires coptos, registrado en el video titulado Un mensaje firmado con sangre a la nación de la cruz, revela un escenario desgarrador en el que estos cristianos fueron mostrados rezando antes de enfrentar una muerte brutal. Este grupo, compuesto principalmente por migrantes egipcios que trabajaban en Libia, fue secuestrado y ejecutado sin piedad por terroristas del autoproclamado Estado Islámico entre diciembre de 2014 y enero de 2015.

El 15 de febrero de 2021, el Pontífice manifestó que llevaba en su corazón a los mártires coptos de Egipto: «Murieron diciendo: '¡Señor Jesús!', confesando el nombre de Jesús. Ahora, ellos fueron inscritos en el Martirologio Romano», es decir, en el registro de aquellos que murieron por la fe cristiana, considerados mártires.

«Los mártires coptos fueron martirizados simplemente porque eran cristianos, no dieron testimonio de nada más, no tenían nada más que testificar excepto el hecho de ser cristianos. Esto, en vista del Jubileo del 2025, puede ser un hermoso testimonio de ecumenismo de la sangre, pero también de la unidad en la misma fe en Jesucristo», declaró al diario vaticano L’Osservatore Romano, Philippe Luisier, profesor del Pontificio Instituto Oriental de Roma.

Por su parte, el trabajo mejor documentado sobre la vida de los mártires es del autor alemán Martin Mosebach, que en su obra Los 21. Un viaje a la tierra de los mártires coptos, destaca la valentía y la fe de estos hombres de cuna humilde.

Recopilando conversaciones con sus familias y el clero copto, Mosebach busca dar significado a sus trágicas muertes y proporciona claves históricas sobre los coptos, cuyas raíces se remontan a las predicaciones del evangelista san Marcos en el siglo I. Precisamente, los coptos se autodenominan la «Iglesia de los mártires», debido a la persecución de los cristianos en Alejandría por parte del emperador romano Dioclesiano, y sucesivamente con la invasión islámica de Egipto.

El único no copto

Mosebach destaca que mientras el cristianismo perdure, habrá mártires cuyo testimonio refleja la coherencia entre la vida de fe y la liturgia del cristianismo antiguo. En contraste, señala que en Europa se ha eliminado cualquier referencia pública a la fe o a la tradición cultural cristiana.

Los sacerdotes que estaban familiarizados con los mártires comparten sus vivencias en Libia, donde residían en condiciones difíciles. Resaltan su entrega al enviar la totalidad de sus ingresos a sus padres y esposas, renunciando a cualquier gasto personal. En sus encuentros nocturnos, dedicaban ese tiempo para cantar y rezar, manifestando así su firme compromiso con la fe y un estilo de vida arraigado en valores cristianos.

El martirio de Matthew Ayariga, el único no copto, evidencia su valiente decisión de confirmar su identidad cristiana a pesar de que los milicianos creían que no lo era. Su bautismo de sangre fue suficiente para la Iglesia copta incluirlo en el Sínaxarium, a pesar de no considerar válido el bautismo de otras iglesias.

El 15 de mayo de 2018, los restos mortales de los 20 coptos egipcios, descubiertos en una fosa común en la costa libia a finales de septiembre de 2017, fueron devueltos a la Iglesia copta por las autoridades libias. El 29 de septiembre de 2020, los restos del ghanés Matthew Ayariga también fueron trasladados a Egipto y se unieron a los de los demás mártires.

La alegría de que sean santos

Se trató de un verdadero acto de martirio, como lo evidencia la valiente decisión de Matthew Ayariga, el único de los veintiuno nacido en Ghana y que no pertenecía al grupo copto. Los milicianos, al creer que no era cristiano, inicialmente intentaron liberarlo. Sin embargo, Matthew confirmó, a pesar de las circunstancias adversas, su identidad cristiana. Por esta razón, fue dejado en el grupo junto a los demás y asesinado.

Mosebach ha visitado El-Or para conocer a las familias de los mártires y destaca su sano orgullo, alegría y humildad. Las familias, a pesar del dolor, no expresan venganza, sino la alegría de que sus seres queridos son santos. Incluso un secuestrador se puso en contacto con ellos para rendir homenaje a la firme fe de los mártires.

La memoria de los 21 mártires coptos, ahora reconocidos en el Martirologio Romano, resuena como un testimonio imperecedero de fe inquebrantable. En un mundo donde la fe a menudo se pasa por alto, su historia destaca la valentía, la coherencia y la conexión profunda con lo trascendente. Su legado invita a la reflexión sobre la resistencia en medio de la adversidad y la perdurable influencia de una fe arraigada, incluso frente a la violencia más atroz.

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