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03 de julio de 2024

Vídeo mensaje del Papa Francisco por los cien años del concilio de Shanghái

Vídeo mensaje del Papa Francisco por los cien años del concilio de Shanghái

El Papa valora la contribución de los católicos chinos a la «convivencia social»

Hace cien años, los católicos chinos tuvieron su primer concilio, en Shanghái, con el objetivo de arraigar la fe cristiana en el tejido social y cultural del país asiático

El Papa Francisco ha llamado a la Iglesia a explorar los «senderos abiertos» en China, tras recordar los «tiempos de paciencia y de prueba» que se han vivido a lo largo de la historia. Así lo ha declarado en el vídeo-mensaje para el congreso 100 años del Concilium Sinense: entre historia y presente. Este encuentro se celebra este martes 21 de mayo en la Universidad Urbaniana, y se dedica a analizar la reunión eclesial que tuvo lugar en Shanghái entre mayo y junio de 1924.

Así, el Pontífice argentino ha pedido mirar directamente al Concilio de Shanghái, el primero de los católicos chinos. Según ha indicado, este puede «sugerir a toda la Iglesia de hoy nuevos caminos y senderos abiertos que recorrer con audacia para anunciar y testimoniar el Evangelio en el presente». «Todos juntos encomendamos a María, Auxilio de los cristianos, a nuestros hermanos y hermanas en la fe que están en China, a todo el pueblo chino y a todo nuestro pobre mundo, pidiéndole su intercesión, para que la paz siempre triunfe por doquier», ha exhortado.

«Los católicos chinos, en comunión con el obispo de Roma, caminan en el tiempo presente. En el contexto en que viven, testimonian su propia fe también con obras de misericordia y caridad, y con su ejemplo contribuyen de forma real a la armonía y la convivencia social, a la edificación de la casa común», ha continuado el Santo Padre en su mensaje.

Para Francisco, el testimonio de la fe y con las obras de misericordia y de caridad de los católicos en China «contribuyen efectivamente a la armonía de la convivencia social, a la construcción de la casa común». «Quienes siguen a Jesús aman la paz, y están junto a todos los que trabajan por la paz, en un tiempo en el que vemos actuar fuerzas inhumanas que parecen querer acelerar el fin del mundo», ha manifestado.

Una auténtica experiencia sinodal

En este sentido, ha destacado que esa reunión eclesial fue un «importante paso en el camino de la Iglesia católica en el gran país que es China». Según ha asegurado, en Shanghái, hace 100 años, los Padres reunidos en el Concilium Sinense vivieron una experiencia «auténticamente sinodal y tomaron decisiones importantes juntos». Así ha narrado cómo recorrieron «caminos que muchos de ellos no habrían imaginado, superando perplejidades y resistencias», tras las huellas de grandes misioneros jesuitas como el padre Matteo Ricci, Li Madou.

Además, ha destacado que el Concilio de Shanghái no sólo sirvió para hacer «caer en el olvido planteamientos erróneos» que habían prevalecido en épocas anteriores. «No se trataba de cambiar de estrategia, sino de seguir caminos más acordes con la naturaleza de la Iglesia y su misión, confiando sólo en la gracia de Cristo mismo, y en su atracción», ha asegurado.

La Santa Sede y la República Popular China no mantienen relaciones diplomáticas desde 1951, tras el ascenso de Mao Zedong, y los católicos chinos se han dividido en la Iglesia patriótica, controlada por el Estado, y la clandestina, leal al obispo de Roma. Sin embargo, el 22 de septiembre de 2018 ambas partes firmaron un acuerdo histórico –renovado ya en dos ocasiones y del que se desconocen los detalles– para la elección consensuada de los obispos, que Pekín siempre vio como una injerencia externa. No obstante, la ejecución de ese pacto sufrió un traspiés en abril de 2023 cuando las autoridades chinas anunciaron el nombramiento del nuevo obispo para Shanghái, la mayor diócesis católica del país de forma unilateral.

En los últimos años se han producido también señales de un leve acercamiento. En 2014 Francisco fue el primer Papa en sobrevolar el espacio aéreo chino en su viaje a Corea del Sur y envió un telegrama con sus «mejores deseos» al presidente Xi Jinping. Asimismo, Bergoglio envió a Pekín al cardenal italiano Matteo Zuppi en busca de apoyos que permitan la paz en Ucrania tras la invasión rusa.

En septiembre de 2023, a su regreso de un viaje apostólico a Mongolia, el Pontífice argentino apostó por trabajar para que «los ciudadanos chinos no piensen que la Iglesia no acepta su cultura o valores o que depende de otra potencia extranjera».

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