¿Qué es un caballero papal y a quién se le otorga este reconocimiento?

Desde hace siglos, el Vaticano ha honrado a figuras destacadas con títulos de caballería papal, un reconocimiento que trasciende lo simbólico para convertirse en una distinción de mérito, servicio y dedicación a la Iglesia. Entre estas órdenes, la de San Gregorio Magno es una de las más destacadas.

Según recoge el portal Aleteia, el Vaticano otorga dos condecoraciones, la cruz Pro Ecclesia et Pontifice y la medalla Benemerenti, y cinco órdenes de caballería: la Orden de la Espuela de Oro, la Orden de Pío IX, la Orden de San Gregorio Magno, la Orden de San Silvestre y la Orden Suprema de Cristo. Esta última, por ejemplo, es la más prestigiosa, aunque su uso se ha restringido en las últimas décadas. Fue inicialmente reservada para los jefes de Estado católicos, es decir, aquellos monarcas o presidentes de naciones con una fuerte vinculación a la Iglesia católica.

Sin embargo, reflejando la preferencia de la Iglesia por promover la libertad religiosa desde el Concilio Vaticano II, la Santa Sede restringió el uso de esta orden. De hecho, no se ha otorgado desde 1987, y el último condecorado de la orden fue el rey Balduino de Bélgica.

Las órdenes pontificias tienen raíces profundas. Desde la Edad Media, los Papas han reconocido a aquellos que destacaron por su apoyo a la Iglesia. Sin embargo, en el siglo XX, san Pío X reformó estas condecoraciones para adaptarlas a los nuevos tiempos, reduciendo su número y centrando su significado en la virtud y el servicio.

Dos pilares clave: escuchar y humildad

Los títulos de caballero papal no son meros adornos ceremoniales. Representan un reconocimiento a personas que han destacado por su servicio a la Iglesia y a su comunidad o nación. Según informa CNA (Catholic News Agency), Robert Rigby, alcalde de Westminster, Londres, quien ha hablado en varias ocasiones de su fe en entrevistas para medios, será nombrado caballero de la Orden de San Gregorio Magno este año.

Este título, que data de 1831, fue creado por el Papa Gregorio XVI en honor a san Gregorio Magno, el primer monje que llegó al papado y cuya humildad y labor reformadora marcaron su pontificado. Servus servorum Dei («Siervo de los siervos de Dios»), fue el lema que san Gregorio eligió al ser nombrado Sucesor de Pedro, enfatizando la humildad como un pilar del liderazgo cristiano.

Rigby, de 63 años, fue expresidente de la Unión Católica, y también es miembro de los Catenians, una organización laica católica que cuenta con aproximadamente 8.000 miembros. Además, siempre ha puesto el foco en las personas sin hogar, colaborando en el servicio de comidas que las iglesias católicas del centro de Londres ofrecen para personas sin techo.

También ha respaldado al Centro Cardenal Hume, una organización benéfica que ayuda a personas sin recursos que llegan al Reino Unido. Su compromiso también se reflejó en su participación en una misa en Londres en solidaridad con las víctimas de la DANA, en Valencia.

«Fui educado por los benedictinos, así que hay dos pilares clave en mi vida: escuchar y humildad. Los he llevado a mi vida pública», declaró el alcalde de Westminster al medio católico. «Escuchar a los demás y ser humilde, mantener los pies en la tierra y respetar a los demás, creo que es importante. Todos hablan de servir a los demás, pero realmente creo que es fundamental reconocer a los demás y ayudar donde se pueda».

La medalla de la orden lleva grabada la efigie del santo en el anverso y el lema Pro Deo et Principe («Por Dios y el Príncipe») en el reverso. Su diseño, una cruz de Malta con cintas rojas y doradas, evoca la noble tradición de los caballeros de antaño. Entre algunos nombres ilustres que han recibido este honor se encuentran el escritor G.K. Chesterton, así como personalidades del entretenimiento como Roy E. Disney, sobrino de Walt Disney, y Bob Hope, el artista estadounidense que se convirtió al catolicismo.