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Una mujer embarazada prepara un bocadillo

Una mujer embarazada prepara un bocadilloPexels

Lo que comes en el embarazo podría aumentar el riesgo de que tu hijo tenga autismo o hiperactividad

Los investigadores explican que el desarrollo neurológico en el útero es un proceso complejo y altamente sensible a los factores ambientales

Una investigación reciente ha revelado que la alimentación durante el embarazo puede desempeñar un papel clave en el desarrollo neurológico de los niños. Según la investigación, seguir una dieta occidental, caracterizada por el consumo elevado de alimentos ultraprocesados, grasas saturadas y azúcares refinados, está relacionado con un mayor riesgo de trastornos neurodesarrollativos en la infancia y adolescencia.

El estudio analizó los hábitos alimenticios de un grupo de mujeres embarazadas y realizó un seguimiento del desarrollo cognitivo y conductual de sus hijos a lo largo de los años. Los hallazgos sugieren que una dieta basada en comida rápida, productos azucarados y carbohidratos refinados puede afectar la formación del cerebro fetal, aumentando la probabilidad de trastornos como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y el Trastorno del Espectro Autista (TEA).

Los investigadores explican que el desarrollo neurológico en el útero es un proceso complejo y altamente sensible a los factores ambientales, incluida la nutrición. Una dieta baja en nutrientes esenciales como ácidos grasos omega-3, vitaminas del complejo B y antioxidantes podría afectar la formación de conexiones neuronales, influyendo en la capacidad cognitiva y en la regulación emocional del niño en el futuro.

El estudio encontró que los hijos de madres que siguieron una dieta predominantemente occidental mostraban más dificultades en la concentración, el control de impulsos y la regulación del comportamiento en comparación con aquellos cuyas madres llevaban una alimentación más equilibrada y rica en nutrientes esenciales.

Evidencia en crecimiento

Esta investigación se suma a un creciente cuerpo de evidencia que asocia la dieta materna con la salud mental y neurológica de los hijos. Estudios previos han demostrado que una alimentación inadecuada durante el embarazo puede influir en el desarrollo de la corteza prefrontal y el sistema límbico, áreas del cerebro responsables de la toma de decisiones, la memoria y la gestión de emociones.

Los expertos señalan que los picos de azúcar en sangre, derivados del consumo de productos ultraprocesados y carbohidratos refinados, pueden generar un entorno inflamatorio en el cuerpo de la madre, lo que afectaría la transmisión de nutrientes clave al feto. Esta inflamación crónica puede contribuir a alteraciones en la programación del cerebro infantil, aumentando la vulnerabilidad a trastornos neuropsiquiátricos en la adolescencia.

Algunas recomendaciones

Dada la relevancia de estos hallazgos, los especialistas insisten en la necesidad de promover una alimentación equilibrada durante el embarazo. Recomiendan una dieta basada en alimentos frescos y naturales, con un alto contenido de frutas, verduras, proteínas magras, grasas saludables (como las provenientes del aguacate, los frutos secos y el aceite de oliva) y una reducción en el consumo de productos ultraprocesados.

El estudio refuerza la importancia de la educación nutricional en la gestación y la necesidad de políticas públicas que fomenten el acceso a dietas saludables para las mujeres embarazadas, con el fin de mejorar la salud neurológica de las futuras generaciones.

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