Cómo diferenciar las cerezas de las picotas
Su aspecto y sabor las hace diferentes
Una de las frutas clásicas del verano es la cereza, un alimento que ayuda al organismo a mantener el equilibrio que necesita sin apenas engordar. Rica en antioxidantes, flavonoides y polifenoles tiene además un importante contenido en fibra. Entre sus beneficios ayuda a reducir los dolores del reuma y artritis, previene la diabetes, ayuda a combatir enfermedades como la gota o a regular el sueño.
Sanas y nutritivas, en muchos hogares se habla indistintamente de cerezas y picotas pero sí que hay diferencias entre ellas. Todas las picotas son cerezas pero no todas las cerezas son picotas.
Diferencias
La principal diferencia externa entre cereza y picota es su rabito. Las picotas son un tipo de cerezas que suele presentarse sin pedúnculo que durante la recolección queda unido al árbol.
Otras características que diferencia picotas de cerezas son su tamaño y color. Las picotas suelen tener un color más intenso y oscuro y mayor tamaño que las cerezas.
Ambas también se diferencian por su sabor. Las picotas suelen ser más crujientes, dulces y sabrosas que otras cerezas.
Las zonas de mayor producción de picotas en España son Extremadura y Aragón, seguidas de Andalucía y Cataluña. Hay una D.O.P. (Denominación de Origen Protegida) en el Valle del Jerte y una I.G.P. «Cerezas de la Montaña de Alicante».