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La ciencia alerta: cómo la dieta y el azúcar en sangre pueden influir en el cáncer

Las aves, que parecen haber desarrollado defensas naturales contra el cáncer a pesar de los altos niveles de azúcar en sangre

Desde hace años, la comunidad científica ha establecido que la alimentación desempeña un papel clave en la salud, influyendo incluso en el riesgo de padecer cáncer. Un estudio reciente, liderado por investigadores de la Universidad Estatal de Arizona profundiza en la conexión entre la dieta, los niveles de glucosa en sangre y la incidencia de cáncer en diversas especies de vertebrados.

Los hallazgos, publicados en la revista Nature Communications, desafían las suposiciones existentes y sugieren que algunas especies han desarrollado defensas biológicas naturales contra el cáncer. Estas defensas, como las adaptaciones metabólicas y los mecanismos de protección celular, podrían inspirar nuevos enfoques para la prevención y el tratamiento del cáncer en humanos.

El estudio arrojó resultados inesperados al descubrir que las aves, a pesar de registrar niveles de glucosa en sangre considerablemente más elevados y contar con una esperanza de vida superior en comparación con mamíferos y reptiles de tamaño similar, presentan una menor incidencia de cáncer. Además, la investigación determina que los carnívoros primarios, es decir, aquellos que se alimentan principalmente de otros vertebrados, tienen una mayor predisposición a desarrollar tumores en comparación con los herbívoros.

El papel de la dieta

Los investigadores también analizaron si la dieta influye en los niveles de azúcar en plasma y la prevalencia del cáncer. Si bien estudios previos sugerían que los carnívoros tienen un mayor riesgo de cáncer que los herbívoros, este estudio con vertebrados no humanos examinó las categorías de dieta con mayor detalle, considerando factores como la proporción de frutas, plantas, invertebrados y carne de vertebrados en la dieta de un animal.

El estudio no halló una relación estadísticamente significativa entre la dieta y los niveles de azúcar en plasma en especies de vertebrados no humanos, lo que sugiere que la regulación de la glucosa probablemente se vea más influenciada por adaptaciones evolutivas y fisiológicas que por la dieta por sí sola. Si bien la dieta afecta los niveles de azúcar en sangre en humanos y algunas otras especies, no parece ser una regla universal en todos los vertebrados.

Aunque la dieta no influye significativamente en los niveles de azúcar en sangre en las distintas especies, podría influir en el riesgo de cáncer. El estudio reveló que los carnívoros primarios presentaban una mayor prevalencia de tumores que los herbívoros. Una posible explicación es que los compuestos nocivos se acumulan en la cadena alimentaria, lo que convierte el consumo de carne de vertebrados en un riesgo potencial de desarrollo tumoral.

Además, los investigadores descubrieron que las especies domesticadas tienden a presentar una mayor prevalencia de cáncer, posiblemente debido a una menor diversidad genética y a presiones evolutivas más débiles. Esto sugiere que la selección natural podría contribuir a limitar el cáncer en poblaciones silvestres. Sin embargo, si bien el estudio destaca patrones entre especies, no sugiere que el consumo de animales domesticados aumente específicamente el riesgo de cáncer en humanos.

Implicaciones para la salud humana

Aunque este estudio se centró en especies no humanas, sus hallazgos podrían ofrecer nuevas perspectivas para la prevención del cáncer en personas. A diferencia de las aves, que parecen haber desarrollado defensas naturales contra el cáncer a pesar de los altos niveles de azúcar en sangre, los humanos y otros mamíferos no muestran la misma resistencia.

Los investigadores proponen que las aves podrían haber desarrollado defensas únicas contra el cáncer, posiblemente relacionadas con su alta tasa metabólica, su dependencia del metabolismo de las grasas en lugar de la glucosa y adaptaciones celulares que limitan el daño oxidativo. Comprender estas adaptaciones podría proporcionar información valiosa sobre cómo las especies desarrollan defensas naturales contra el cáncer.

Por ahora, el mejor consejo para los humanos sigue siendo coherente con las recomendaciones de salud pública: llevar una dieta equilibrada, evitar el exceso de carnes procesadas y rojas, y controlar la glucemia mediante un estilo de vida saludable, que incluya ejercicio regular. Sin embargo, los científicos seguirán investigando si las especies resistentes al cáncer de la naturaleza pueden ofrecer nuevas soluciones en la lucha contra la enfermedad.

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