Cuatro sopas antioxidantes fáciles de preparar
Se trata de un plato de cocina clásica, fácil de preparar y que supone un buen aporte nutritivo y apenas posee calorías
Tras los atracones propios de la Navidad, es habitual querer mejorar la alimentación, realizar ejercicio y, en definitiva, cuidarse más para ir poniendo ya un ojo en el verano. Gran culpa de tener algún que otro kilo de más reside en lo que comemos. En un mundo de prisas y falta de tiempo, cada vez nos alimentamos más de comidas precocinadas o rápidas que, aunque útiles, no son saludables.
Pero esto tiene fácil remedio. Hay un plato clásico que es fácil de preparar y que supone un buen aporte nutritivo, es antioxidante y escaso de calorías: las sopas. Por eso, te presentamos cuatro ideas de esta sabrosa y ligera comida para que puedas prepararlo en casa:
Crema de alcachofa
Un plato ligero y nutritivo donde los haya. Primero, sacamos los corazones de las alcachofas y los regamos con zumo de limón. Por otro lado, ponemos a dorar cebollas chalotas y, cuando estén listas, añadimos las alcachofas. Tras freír un rato, lo ponemos en una cazuela a hervir y esperamos a que esté listo.
Sopa de tomate y ajo
Una de las recetas más fáciles y deliciosas que existen y que, además, se puede ingerir tanto frío como caliente. Primero, cocinamos la cebolla, incorporamos ajos, pimiento, laurel, pimienta y sal. Echamos agua y dejamos que se cree el caldo de verduras. Posteriormente, añadimos la salsa de tomate, tomillo y pimentón y la tendremos lista.
Caldo remineralizante
Perfecta para el invierno, es un alimento ideal para recuperar minerales, líquidos y probióticos, además de ser un buen reconstituyente. Para cocinarla, pondremos un litro de agua a hervir y le añadiremos cebolla, ajos, alga kombu y brócoli. Tras 20 o 30 minutos de cocción, se incorpora acelga, nabo, pimiento rojo y rábanos y se deja otros dos minutos.
Sopa de apio y puerro
Tiene un efecto diurético, que provocará que liberemos toxinas y nos aporte vitaminas y antioxidantes. Para su elaboración, necesitaremos 100 gramos de apio, 300 de puerro y sal. El proceso es tan sencillo como introducirlo en una cazuela con agua, cocerlo y, cuando las verduras estén listas, triturarlo con la batidora.