Las verduras 'superalimento' que son buenas para todo pero que a pocos les gustan
Un estudio en laboratorio confirma que los vegetales crucíferos protegen el revestimiento intestinal y reduce las enfermedades en ratones
Las frutas y verduras deben formar parte de una dieta saludable y en muchas ocasiones no se consume el mínimo de 400 g recomendado por la OMS o cinco porciones de 80 g cada una. Según los expertos la cantidad óptima depende de diversos factores, como la edad, el sexo y el nivel de actividad física. En un informe de la OMS y FAO hay que promover una dieta variada y un equilibrio entre los diferentes tipos de alimentos siendo las frutas y las verduras una parte vital de este consejo. Sin embargo no todas las verduras son igual de beneficiosas para la salud.
Una investigación ha demostrado que un mayor consumo de vegetales crucíferos disminuye la incidencia de cáncer y diabetes tipo 2. En otro estudio reciente, los investigadores de Penn State descubrieron que el brócoli contiene ciertas moléculas que se unen a un receptor dentro de los ratones y ayudan a proteger el revestimiento del intestino delgado, lo que inhibe el desarrollo de enfermedades. Los hallazgos respaldan la idea de que el brócoli es verdaderamente un 'superalimento'.
«Todos sabemos que el brócoli es bueno para nosotros, pero ¿por qué? ¿Qué sucede en el cuerpo cuando comemos brócoli? dijo Gary Perdew, presidente de H. Thomas y Dorothy Willits Hallowell en Ciencias Agrícolas, Penn State. «Nuestra investigación está ayudando a descubrir los mecanismos por los que el brócoli y otros alimentos benefician la salud en ratones y probablemente también en humanos. Proporciona una fuerte evidencia de que las verduras crucíferas, como el brócoli, el repollo y las coles de Bruselas, deben ser parte de una dieta normal y saludable».
Según Perdew, la pared del intestino delgado permite que el agua y los nutrientes beneficiosos pasen al cuerpo, pero evita las partículas de alimentos y las bacterias que podrían causar daño. Ciertas células que recubren el intestino, incluidos los enterocitos, que absorben agua y nutrientes; células caliciformes, que secretan una capa protectora de moco en la pared intestinal; y las células de Paneth, que secretan lisosomas que contienen enzimas digestivas, ayudan a modular esta actividad y a mantener un equilibrio saludable, según recoge el propio estudio.
En el trabajo, que se publicó en la revista Laboratory Investigation, Perdew y sus colegas encontraron que las moléculas del brócoli, llamadas ligandos del receptor de arilo hidrocarburo, se unen al receptor arilo de hidrocarburo (AHR), que es un tipo de proteína llamada factor de transcripción. Descubrieron que esta unión inicia una variedad de actividades que afectan las funciones de las células intestinales.
Así se hizo el estudio
Para realizar su estudio, los investigadores alimentaron a un grupo experimental de ratones con una dieta que contenía un 15 % de brócoli (equivalente a unas 3,5 tazas por día para los humanos) y alimentaron a un grupo de control de ratones con una dieta típica de laboratorio que no contenía brócoli. Luego analizaron los tejidos de los animales para determinar hasta qué punto se activó AHR, así como las cantidades de varios tipos de células y concentraciones de moco, entre otros factores, en los dos grupos.
«La salud intestinal de los ratones que no fueron alimentados con brócoli se vio comprometida en una variedad de formas que se sabe que están asociadas con enfermedades», dijo Perdew. «Nuestra investigación sugiere que el brócoli y probablemente otros alimentos pueden usarse como fuentes naturales de ligandos AHR, y que las dietas ricas en estos ligandos contribuyen a la resiliencia del intestino delgado».