Comer un plátano verde al día podría evitar el cáncer

Es de sabiduría popular que el plátano, al igual que la banana, es una fruta rica en potasio, vitaminas y calcio, además de tener buen sabor y ser fácil de transportar. Pero ahora un estudio añade una nueva característica: puede reducir hasta en un 60 % el cáncer. Eso sí, solo si está verde.

Un estudio desarrollado por las universidades de Newcastle y Leeds, en Reino Unido, ha llegado a esta conclusión tras administrar durante dos años una banana verde al día a 1.000 pacientes con síndrome de Lynch, un trastorno genético que predispone a una serie de cánceres y que estima que padecen unos 200.000 británicos. Ese plátano sin madurar proporciona una dieta rica en almidón resistente, que es una forma de carbohidrato también presente en otros alimentos como la avena, la patata o el boniato.

Esta protección se dio especialmente en cánceres de tracto gastrointestinal superior, como los de esófago, estómago, tracto biliar, páncreas y duodeno, que suelen ser complicados de diagnosticar a tiempo. Además, el efecto en los pacientes se prolongó diez años después de dejar de tomar el suplemento, tal y como se detalla en el estudio publicado en la revista Cancer Prevention Research. Los científicos encargados esperan que estos beneficios puedan ser también extensivos a la población general y no solo a las personas con síndrome de Lynch.

Diferencia entre verde y maduro

Es importante hacer hincapié en que la investigación revela los beneficios de los plátanos verdes y no los maduros. Y es que la diferencia entre ambos es notable: uno verde está formado casi en su totalidad por almidón, el polisacárido que, según demuestran los científicos británicos, actúa contra el cáncer. Por el contrario, uno maduro contiene un 90 % de sacarosa, pero tan solo un 7 % de almidón, por lo que no sería tan efectivo.

«El almidón de los plátanos sin madurar se resiste a la descomposición y llega al intestino, donde puede cambiar el tipo de bacteria que vive alojada allí», según explicó John Mathers, experto en nutrición humana en la Universidad de Newcastle. Por su parte, el genetista de la Universidad de Leeds, Tim Bishop, que también participó en la observación, dijo que los resultados son emocionantes, pero la magnitud del efecto protector en el tracto gastrointestinal superior fue inesperada, por lo que «se requiere más investigación para replicar estos hallazgos».

La magnitud del efecto protector en el tracto gastrointestinal superior fue inesperadaJohn MathersUniversidad de Newcastle

Esta fruta sin madurar es también muy beneficiosa a la hora de disminuir el tiempo de tránsito intestinal, reducir la glucosa en sangre y, como consecuencia, el nivel de colesterol.