Qué comer y qué no si estás sufriendo un virus estomacal

Náuseas, vómitos, diarrea y calambres estomacales son los síntomas más frecuentes del virus estomacal que estos días está poniendo en jaque a media España. El norovirus humano, un virus de ARN de cadena positiva es la principal causa de gastroenteritis viral y la forma de contagio puede ser a través del contacto directo con una persona infectada o a través de superficies contaminadas. Si se comparte comida, bebida o utensilios con una persona infectada se podría contraer el virus.

Ante una infección de estas características y para evitar la deshidratación los médicos aconsejan beber agua o, mejor, suero de rehidratación oral a pequeños sorbos durante un par de horas.

A la hora de ingerir sólidos, aconsejan empezar a comer lentamente alimentos blandos y fáciles de digerir, como gelatina o compota de manzana.

En la mayoría de los casos la diarrea suele ser leve con lo que según los expertos de la Universidad de Navarra, «basta con administrar abundantes líquidos en el propio domicilio del paciente. También puede ser útil una dieta astringente. Si la diarrea es severa y se acompaña de deshidratación, es necesario tratar al paciente en el hospital para administrar líquidos por vía venosa».

Qué puedo comer con diarrea

La diarrea leve no suele requerir tratamiento y se aconseja una alimentación blanda y tomar muchos líquidos. La dieta indicada es la astringente o antidiarreica que se basa en la introducción de alimentos de forma paulatina según tolerancia individual, según explican los expertos de salud de Mapfre. Su finalidad es conseguir que el tracto digestivo se recupere poco a poco y se vaya acostumbrando a una motilidad o movimiento intestinal.

1. Fraccionar las comidas diarias en cinco a seis tomas para disminuir en lo posible el estímulo sobre el movimiento intestinal.
2. Consumir alimentos blandos o triturados, más fáciles de digerir.
3. La temperatura del plato debe ser ambiente o templada.
4. La forma de cocinar los alimentos debe ser hervido, al vapor o escalfado, rehogado con poco aceite, plancha u horno.
5. Consumir las carnes y aves sin piel ni grasa visible. Se recomienda el pollo hervido sin piel, fiambre de pollo o pavo.
6. Elegir preferiblemente el pescado blanco (lenguado, dorada o lubina), cocinado sin grasa.
7. Tortillas elaboradas con poco aceite o huevos pasados por agua.
8. Reponer los líquidos con infusiones suaves (manzanilla, hierba luisa, melisa) y beber agua en pequeñas cantidades de forma frecuente.
9. La fruta que sí se puede comer es el plátano maduro o el albaricoque. Además, se puede consumir la pera cocida o al horno, el membrillo y la manzana en compota o al horno.
10. La verdura que sí se puede añadir a la dieta es la zanahoria cocida.
11. Féculas: se puede comer arroz, patata hervida y pan tostado.
12. Los zumos se pueden tomar colados y sin azúcar.

Qué no se debe comer

Evitar alimentos ricos en fibra: verduras, frutas, legumbres, frutos secos, frutas secas y productos integrales (muesli, pan integral, arroz integral,…).

Evitar la leche y probar tolerancia al yogur (se digiere mejor al estar parcialmente digerido por la bacterias o fermentos lácteos).

Limitar los aceites, mantequilla, margarinas, nata, crema de leche, salsas tipo mayonesa, bechamel, sofritos, bollería y repostería.

Limitar el aguacate, las aceitunas y los frutos secos.

Restringir los condimentos como: vinagre, café, chocolate, pimienta, pimentón y guindilla.

Evitar el consumo de alcohol.

Moderar el uso de sal y azúcar.

Evitar técnicas grasas como: rebozado, empanado, guiso y frito, ya que la grasa irrita la mucosa digestiva.