Una señora reza por el Papa Francisco

Una señora reza por el Papa FranciscoAFP

Qué es y cómo se trata una insuficiencia renal como la del Papa

La salud del Papa Francisco, de 88 años, sigue siendo crítica después de un fin de semana complicado. Ingresado en el hospital Gemelli de Roma desde el 14 de febrero por una neumonía bilateral, el sábado 22 de febrero por la mañana el Vaticano informaba de que el Pontífice había experimentado «una crisis respiratoria similar al asma de intensidad prolongada» que requirió la administración de oxígeno de alto flujo. Unido a sus problemas respiratorios, la analítica de sangre reveló una trombocitopenia, un recuento bajo de plaquetas, asociado con anemia, que requirió transfusiones de sangre. A última hora del domingo, la Oficina de Prensa de la Santa Sede informaba de que algunos análisis sanguíneos mostraban una insuficiencia renal inicial leve.

El primer parte de la mañana de este lunes 24 de febrero es escueto: «El Papa ha pasado bien la noche y está descansado», informó la oficina de prensa del Vaticano.

Qué es una insuficiencia renal

Los riñones sanos evitan la acumulación de toxinas y el exceso de líquidos en el organismo y equilibran las sales y los minerales en la sangre, como el calcio, fósforo, sodio y potasio. Los riñones también producen hormonas que ayudan a controlar la presión arterial, producen glóbulos rojos y mantienen los huesos fuertes.

Cuando se produce una insuficiencia renal los riñones ya no funcionan lo suficientemente bien como para realizar estas funciones y, como resultado, se presentan otros problemas de salud. A medida que la función renal disminuye, la persona podría presentar hinchazón, generalmente en las piernas, los pies o los tobillos, tener dolores de cabeza, sentirse cansada durante el día y tener problemas para dormir por la noche, dolor de estómago, perder el sentido del gusto, sentirse inapetente y producir poca o nada de orina. Además, podría sentir calambres musculares, debilidad o entumecimiento, tener problemas de concentración o problemas con la memoria.

Tratamiento

El tratamiento hospitalario suele incluir diálisis para que una máquina depure la sangre cuando los riñones no son capaces de hacerlo. Ayuda al organismo a eliminar los desechos y el exceso de líquido de la sangre. Los médicos continúan con la diálisis hasta que los resultados de los análisis de sangre indican que la persona ha recuperado la función renal adecuada.

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