El precio promedio de los huevos aumentó más del 10 % el mes pasado

El precio promedio de los huevos aumentó más del 10 % el mes pasado en EE.UU.AFP

Alimentación

Los huevos que nunca deberías comprar en el súper

Los expertos aseguran que son una muy buena opción nutricional

Un huevo de gallina medio tiene entre 80 y 90 calorías y es rico en minerales como fósforo y selenio, así como en vitaminas B12, B2, A y D. Además, aporta gran cantidad de grasas en la yema y muchas proteínas en la clara. A lo largo de los últimos años, han ido variando las recomendaciones sobre su consumo para adaptarse a la evidencia científica. Los expertos aseguran que son una muy buena opción nutricional sin abusar de su consumo y cuidando tanto su elaboración como los alimentos con lo que se acompaña.

Gregorio Varela, catedrático de Nutrición de la Universidad San Pablo-CEU, asegura: «El consenso actual señala que el consumo de tres a cinco huevos por semana supone una buena alternativa nutricional a los que en muchas ocasiones se consideran como componentes principales de un menú, al menos en la percepción más clásica».

Una investigación reciente, publicada en eLife, sugiere que comer hasta un huevo por día puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) hace un decálogo de consejos imprescindible para tener ningún riesgo para la salud. Según recoge Europa Press, entre las recomendaciones estaría comprar siempre huevos con la cáscara intacta y limpia, y con la fecha de consumo preferente impresa en el envase.

Qué huevos no comprar

  1. Huevos con cáscara rota o sucia: si un huevo tiene grietas, aumenta el riesgo de contaminación bacteriana. También es preferible evitar aquellos con restos de suciedad visibles.
  2. Fecha de consumo preferente muy próxima: cuanto más frescos sean, mejor. Es recomendable elegir huevos con una fecha de consumo preferente lejana para garantizar su durabilidad.
  3. Huevos almacenados en condiciones dudosas: si en la tienda han sido expuestos a cambios bruscos de temperatura, su frescura podría haberse visto afectada.

Consejos para no correr riesgos

  • No los laves, ni siquiera antes de meterlos en el frigorífico para su conservación. El agua puede facilitar la entrada de gérmenes en el huevo. Si están muy sucios, pueden lavarse justo antes cocinarlos para no dañar la retícula que los protege de la entrada de bacterias. En general, la humedad y los huevos son malos compañeros.
  • Cuidado al romperlo, ya que la contaminación ambiental podría pasar de la cáscara a la yema. No rompas el huevo en el borde del recipiente donde lo vayas a batir y no separes las claras de las yemas con la propia cáscara del huevo.
  • Cocina bien los alimentos que lleven huevo, puesto que el calor mata a bacterias como la salmonela.
  • Si se rompen al cocerlos, añade un poco de vinagre antes de que hierva el agua.
  • Cuaja bien las tortillas y mantenlas refrigeradas si no se van a comer de inmediato.
  • Prepara la mayonesa con la máxima higiene y consérvala en el frigorífico hasta su consumo, pero como máximo 24 horas si está hecha con huevo fresco.
  • Guárdalos en el frigorífico. No dejes los huevos ni los alimentos que los contengan sin refrigerar. Sácalos de la nevera justo cuando los vaya a usar.
  • Conserva los huevos alejados de olores extraños que pueden afectar a su sabor.
  • Y, por supuesto, desecha los huevos con olores o sabores extraños.
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