
Los ritmos circadianos son importantes para regular los patrones de sueño
Descubre cómo tu genética determina si eres madrugador o noctámbulo
Existen cuatro tipos de cronotipos: madrugador (el león), de mañana (el oso), de tarde (el lobo) y nocturno (el delfín)
Los seres humanos poseemos ciclos biológicos internos, conocidos como ritmos circadianos, que regulan diversas funciones del organismo, entre ellas el sueño. A este fenómeno se le denomina cronotipo, y conocerlo permite comprender los propios ritmos naturales con el fin de optimizar la actividad diaria.
Los ritmos circadianos son procesos cíclicos esenciales que se manifiestan en la mayoría de los seres vivos, incluidos los humanos. Estos ritmos responden a un ciclo fisiológico de 24 horas que regula funciones fundamentales del organismo. En el caso de las personas, se presentan patrones diarios bien definidos en la temperatura corporal, los sistemas hormonales y otros procesos biológicos clave. Estos ciclos desempeñan un papel crucial en múltiples actividades a nivel molecular y conductual.
Sandra Ferreiro, biotecnóloga de la compañia de ADN Adntro explica: «En particular, los ritmos circadianos son importantes para regular los patrones de sueño, permiten que el organismo anticipe y se adapte a los cambios ambientales regulares, optimizando sus funciones biológicas para diferentes momentos del día. Por ejemplo, la liberación de melatonina, una hormona que induce el sueño, aumenta durante la noche en respuesta a la oscuridad, ayudando a preparar el cuerpo para el descanso», argumenta
¿Qué tipos de cronotipos existen?
Cuando hablamos de cronotipo, a pesar de que cada especie tiene un ritmo circadiano endógeno, existen variaciones naturales significativas en la población. «Las personas con ritmos circadianos más tardíos tienden a dormir mejor si se acuestan tarde y se levantan más tarde. En cambio, los que tienen ritmos más tempranos tienden a tener sueño antes por la noche y a despertarse temprano por la mañana. El resto de la población se sitúa entre estos dos extremos», añade la experta. Así, existen cuatro tipos de cronotipos en los seres humanos: madrugador (el león), de mañana (el oso), de tarde (el lobo) y nocturno (el delfín).Esta dimensión de la sincronización circadiana o cronotipo es una consecuencia conductual de los ciclos subyacentes del organismo. Mediante el test genético de Adntro, es posible descubrir de manera sencilla si una persona encaja en el perfil de león, oso, lobo o delfín, lo que facilita la adaptación de las rutinas cotidianas para mejorar el bienestar y la productividad.
En función del cronotipo que poseas, tus horas de máximo rendimiento serán unas u otras:
León
El león, presente en aproximadamente el 15% de las personas, se siente cansado entre las 21:00 y las 21:30 y tiende a despertarse entre las 4:00 y las 5:00 de la mañana, por eso la recomendación es que realice tareas importantes antes de que el resto se despierte.
Oso
El oso, presente en aproximadamente el 34% de las personas, se siente cansado entre las 21:30 y las 22:45 y tiende a despertarse entre las 5:00 y las 6:30 de la mañana, por eso debe utilizar las mañanas para tareas que requieran concentración y energía.
Lobo
El lobo, presente en aproximadamente el 37% de las personas, se siente cansado entre las 00:45 y las 2:00 y tienden a despertarse entre las 8:30 y las 10:00 de la mañana, por ello lo ideal es que planifique sus actividades importantes para la tarde.
Delfín
El delfín, presente en aproximadamente el 14% de las personas, se siente cansado entre las 2:00 y las 3:00 y tiende a despertarse entre las 10:00 y las 11:30 de la mañana. Lo ideal es que se organice el día para realizar tareas creativas y complejas durante la noche.
El rol de la genética en el cronotipo
Queda claro, entonces, por qué conocer tu cronotipo puede mejorar tu productividad y bienestar al adaptar tus actividades a tus ritmos naturales. Factores como la edad y el género, así como los niveles de luz ambiental, explican una proporción sustancial de la variación en el cronotipo, pero la variación genética también es un contribuyente importante. «El gen PER2 (Period Circadian Regulator 2) es uno de los genes implicados en la regulación del ritmo circadiano ya que juega un papel crucial en la sincronización interna. Variantes genéticas localizadas en este gen, entre otros genes, se asocian a la variabilidad de cronotipos que existe en la especie humana, lo que subraya su importancia en estos procesos biológicos», explica Ferreiro.
En definitiva, la importancia del sueño es indiscutible. Alteraciones en los ritmos circadianos pueden tener implicaciones significativas para la salud, conduciendo a un sueño insuficiente y una mayor incidencia de trastornos del sueño. Además, se sabe que los trastornos del sueño incrementan el riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas, como la diabetes.