Muface se sume en un abismo sin la participación de Adeslas, la aseguradora preferida por los funcionarios

Lo ocurrido este viernes supone un duro golpe a la continuidad del modelo sanitario de Muface. Adeslas ha comunicado su negativa a presentarse a la segunda licitación de la mutualidad porque le supondría «pérdidas de 250 millones de euros».

La subida de primas del 33,5 % en tres años propuesta por el Ministerio de Función Pública no ha convencido a la empresa, participada al 50 % por CaixaBank y Mutua Madrileña. Y es que Adeslas considera que el modelo actual de Muface es «económicamente insostenible» tras acumular déficits durante años y mantenerse en el concierto pondría en riesgo su solvencia y el futuro de la compañía.

Adeslas ha optado por dejar clara su posición lo antes posible para «facilitar la toma de decisiones de la Administración», explica la nota de prensa que han hecho pública, que añade que colaborará «dentro de sus posibilidades» en el periodo de transición que se establezca para ofrecer alternativas a los funcionarios de Muface y sus familiares, unos 1,5 millones de personas.

La compañía valora positivamente el esfuerzo presupuestario realizado por Función Pública, pero cree que es «claramente insuficiente». Aunque se posicionan «a favor» del modelo sanitario del mutualismo administrativo porque «ayuda a vertebrar al sistema sanitario español», consideran que las condiciones no son las idóneas para continuar prestando sus servicios al funcionariado ya que, de seguir así, «comprometerían la solvencia y el futuro de la entidad».

El descuelgue de Adeslas del modelo lo sentencia casi de muerte, ya que casi la mitad de los funcionarios que escogen sanidad privada optan por esta aseguradora, concretamente el 47 %. Esto significa que, de concurrir las otras dos aseguradoras –Asisa y DKV–, deberían absorber ese porcentaje, a no ser que parte de ellos se muden por cuenta propia a la Seguridad Social, que ya acoge a casi el 30 % de los funcionarios de Muface.

Esta senda es la que han tomado, sobre todo, los nuevos mutualistas, que temerosos de que su sanidad esté en el aire cada vez que se renueva el convenio optan directamente por continuar en el sistema público de salud, ya que la mayoría procede de él.

En manos de Asisa y DKV

Las otras dos aseguradoras, Asisa y DKV, aún no han comunicado si acudirán o no al segundo concurso, cuyos pliegos se publicaron el pasado 23 de diciembre y que les da de plazo hasta el 15 de enero de 2025 para presentar sus ofertas.

Sin embargo, fuentes de Asisa siempre han mostrado su disposición a seguir participando en Muface, aunque destacando que no podrán hacerlo si el resto de compañías se echa atrás, ya que no disponen de los recursos suficientes para atender a ese volumen de personas.

Desde DKV, por su parte, exigió una renovación al alza del 40,3 % y una duración del convenio de un año de vigencia para continuar. Dos requisitos que no se cumplen en la nueva licitación, por lo que esta empresa –que lleva en Muface desde el inicio del modelo–, también podría seguir los pasos de Adeslas.

Otras podrían entrar, como Sanitas o Allianz –esta última estaría interesada en dar cobertura a los funcionarios en el extranjero– pero, según comentan desde fuentes cercanas al proceso, es poco probable que entren nuevos actores porque «el camino siempre ha sido el inverso, que se vayan descolgando».