Siete beneficios de contar con árboles en los espacios urbanos
Mejor calidad del aire, descenso de la temperatura y reducción del ruido son algunas de las ventajas de instalar más zonas verdes en las ciudades
España se encuentra en plena temporada estival y las altas temperaturas están tomando protagonismo en el día a día de todos. Ante esta situación, los árboles, por su capacidad para mitigar el calor y su influencia en mejora de la calidad del aire que se respira, desempeñan un papel clave en la creación de espacios urbanos más agradables y saludables. Por supuesto, también contribuyen a otros importantes beneficios, como la protección de la biodiversidad de los ecosistemas, también clave para mantener entornos saludables.
«Los árboles y la vegetación ejercen una función primordial en la lucha contra el cambio climático. Además, merece la pena destacar su impacto positivo en el bienestar humano, ya que contar con espacios verdes cerca de nuestras áreas residenciales conlleva beneficios significativos para la salud física y emocional de los ciudadanos», explica Catherine Cummings, directora de Sostenibilidad de Sanitas.
Bajo esta perspectiva, expertos de esta empresa médica han preparado un listado con los beneficios de contar con árboles en los espacios urbanos durante las altas temperaturas:
Aportan sombra refrescante: debido a su fisionomía, crean áreas más frescas y confortables para las personas. Esta sombra ayuda a reducir la exposición directa a los rayos del sol y disminuye la sensación térmica, lo que se traduce en un alivio del calor.
Enriquecen la calidad del aire: a través de la fotosíntesis, absorben dióxido de carbono (CO2) y otros gases contaminantes, mientras liberan oxígeno al ambiente. También atrapan partículas en suspensión y limitan la presencia de contaminantes como el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno. Por lo tanto, su presencia purifica el ambiente de manera positiva.
Mejoran el bienestar humano: los espacios urbanos compuestos por árboles y vegetación ofrecen entornos más agradables, rebajan el estrés, mejoran el estado de ánimo y fomentan la actividad física al proporcionar áreas sombreadas y atractivas para caminar, correr o simplemente relajarse.
Promueven la biodiversidad urbana: facilitan hábitats y alimento para una amplia variedad de especies de aves, insectos y otros animales. Al impulsar la biodiversidad, contribuyen a equilibrar los ecosistemas urbanos y a preservar la flora y fauna local.
Reducen la temperatura: gracias a la evaporación de agua por medio de sus hojas, refrescan el aire al mismo tiempo que disminuyen la temperatura en su entorno inmediato. Esto permite contrarrestar el efecto de «isla de calor», donde las áreas urbanizadas desprovistas de árboles retienen más calor que las áreas con mayor vegetación.
Mitigan el ruido: al actuar como barreras acústicas naturales, atraen y difunden el sonido, creando espacios más tranquilos. Esto puede servir de gran ayuda en aquellos lugares con un alto volumen de ruido derivado del tráfico o de otras fuentes de ruido en la ciudad.
Retienen agua y evitan inundaciones: sus raíces, ayudan a reservar y absorber el agua de lluvia, evitando la filtración superficial y minimizando el riesgo de inundaciones también en áreas urbanas. Esto es especialmente relevante durante las lluvias intensas que suelen ocurrir de manera esporádica a lo largo del verano.
«La investigación científica ha demostrado la estrecha relación entre la salud de nuestro planeta y la de los ecosistemas con la salud humana. En Sanitas, basándonos en el concepto de One Health de la Organización Mundial de la Salud, hemos trazado una estrategia de sostenibilidad que se centra en ayudar a las personas a vivir vidas más largas, sanas y felices y crear un mundo mejor», finaliza Catherine Cummings.