Más de 7.000 extremeños se manifiestan contra el cierre de la central nuclear de Almaraz: «Haremos todo por evitarlo»
Esta situación tendría «un impacto devastador en la población local», acelerando la despoblación y afectando a empresas que dependen de su actividad
Con el lema 'Sí a Almaraz, sí al futuro', unas 7.000 personas, según datos de la Guardia Civil, han salido este sábado a la calle para protestar contra el cierre de la central nuclear de Almaraz. Entre los manifestantes se han dejado ver algunos representantes políticos del PP y del PSOE, que han decidido acudir a la concentración para apoyar a los afectados.
La manifestación, organizada por los ayuntamientos del área de influencia de la central nuclear y la plataforma ciudadana 'Sí a Almaraz, Sí al futuro', ha comenzado a las 10:30 horas frente al ayuntamiento. Su objetivo ha sido mostrar a los responsables políticos el rechazo al cierre de la instalación, que está previsto que comience el 2027, primera unidad y 2028, cierre definitivo, ya que alrededor de 2.900 trabajadores perderían su puesto de trabajo.
Encabezando esta marcha ha estado María Guardiola, presidenta de la Junta de Extremadura, flanqueada por Enrique Hueso Retamosa, alcalde de Navalmoral de la Mata, Alfredo García, conocido divulgador científico y operador de reactor y supervisor, y José María Figaredo e Ignacio Hoces, secretario general del Grupo Parlamentario Vox en el Congreso y diputado nacional por Badajoz, respectivamente.
Tras una larga caminata, a las 11 de la mañana, los manifestantes han llegado a las puertas de la central nuclear. Allí, en el escenario, Guardiola ha afirmado que el cierre de esta central nuclear es «un despropósito». Así, ha asegurado que harán «todo lo posible» por evitarlo, ya que están cansados de que el «futuro de nuestra tierra» se decida «desde los despachos de Madrid».
A esta lucha también se han querido unir los presidentes de las Diputaciones provinciales de Cáceres y de Badajoz, Miguel Ángel Morales y Miguel Ángel Gallardo, respectivamente, en contra de un cierre que ha movilizado a una alta representación de la sociedad extremeña entre alcaldes, ciudadanos y sectores económicos, políticos y sociales.
Este cierre, ha apuntado la asociación durante la marcha, tendría «un impacto devastador en la población local», acelerando la despoblación y afectando a empresas que dependen de su actividad, puesto que la central genera aproximadamente «3.000 empleos directos y 1.200 adicionales durante cada recarga de combustible». Lo mismo ha señalado Juan Antonio Díaz, el alcalde de Alzaraz, quien ha denunciado que volverán a ver «nuestros pueblos vacíos y a los jóvenes emigrar».
Por último, antes de que los manifestantes volviesen a Almaraz, el presidente de la plataforma ha querido lazar un deseo: «Esperemos que esta sea la última manifestación», ha concluido.