Medio ambiente
Reutilizar huesos de aceituna genera energía limpia para abastecer a más de 100.000 hogares españoles
La pugna por descarbonizar todas las actividades necesarias para nuestra vida está en pleno apogeo. Movidos por la necesidad —y obligación— de reducir la emisión de gases de efecto invernadero, las potencias mundiales se han lanzado a construir parques fotovoltaicos o eólicos para ir sustituyendo las energías contaminantes por otras renovables.
Pero estas no terminan en el viento y el sol, sino que los investigadores intentan encontrar otras vías, como puede ser el uso de hidrógeno verde. No obstante, hay materias naturales que también podrían servir para producir energía, y una de ellas la tenemos en España por toneladas: los huesos de aceituna.
Un estudio realizado por Juan Vilar Consultores Estratégicos estima que el hueso de aceituna producido por campaña generaría energía eléctrica sostenible suficiente para abastecer el sector primario español durante un trimestre.
Tal y como destacan desde Ecoforest, el hueso de aceituna es un biocombustible que emite bajas cantidades de CO₂ a la atmósfera y que además tiene un precio muy bajo, mucho más que los combustibles tradicionales como la gasolina o el gasoil. El hueso ofrece un elevado poder calorífico que supone un elevado rendimiento, ya que su poder de calefacción oscila entre las 4.100 y 4.5000 kilocalorías por kilogramo.
Esta biomasa se utiliza ya en las calefacciones de cerca de 100.000 hogares, según calcula el estudio mencionado, sobre todo, en las zonas de Andalucía, Extremadura, Cataluña, Castilla-La Mancha y Madrid. Asimismo, granjas, industrias del sector alimenticio y edificios de uso común utilizan la biomasa proveniente del hueso de la aceituna como fuente de energía renovable.
En España, el olivar abarca más de 2,7 millones de hectáreas de cultivo, produciendo anualmente 6,2 millones de toneladas de aceitunas. Este volumen genera 450.000 toneladas de hueso, de las cuales 323.500 toneladas se destinan al mercado. El resto se utiliza en las propias almazaras y extractoras como fuente de calor para sus procesos. En los últimos años, este subproducto del olivar ha ganado protagonismo como recurso para la generación de energía eléctrica y biomasa térmica, ya que antes un alto porcentaje se desechaba.
De hecho, países como Portugal han seguido el ejemplo de España y han comenzado a tener en cuenta los huesos de las aceitunas para producir energía o fabricar otro tipo de materias. Hasta ahora, las toneladas de huesos que generaban nuestros vecinos lusos se consideraban un desecho, algo que han comenzado a revertir.
Mejora el aislamiento térmico
Además de estas propiedades energéticas, una tesis de la Universidad de La Rioja demuestra también que la incorporación de triturado de hueso de oliva en ladrillos de mortero mejora sus propiedades como aislante térmico y revaloriza este subproducto de la industria del aceite.
«Al 'dopar' los ladrillos con el triturado, pierden cierta resistencia mecánica, pero aumenta su capacidad de aislamiento térmico, minimizando la transmisión de calor», explica Alejandro San Vicente, responsable del estudio. «Se busca un equilibrio que los haga óptimos para la construcción de edificios nuevos en España», añade.
Los ladrillos así fabricados aumentan su capacidad aislante, lo que reducirá el consumo de calefacción y climatización de las viviendas que se construyan con ellos. Así, aunque el coste inicial es mayor, se calcula que en un plazo de entre once a cuarenta años (dependiendo del porcentaje de triturado) la inversión inicial se amortiza con el ahorro en las facturas de suministros energéticos.
Además de su viabilidad técnica y económica, el análisis de ciclo de vida demuestra la reducción de emisiones de CO₂ a largo plazo en las viviendas construidas con este tipo de ladrillo, en especial aquellas que utilizan fuentes energéticas dependientes de la electricidad (aerotermia, calefacción eléctrica, aire acondicionado, etcétera).