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Alfonso X el sabio, tío de Don Juan Manuel. Cantigas de Santa María, Códice Rico.

Alfonso X el Sabio con su Escuela de Traductores en las 'Cantigas de Santa María'Códice Rico

Marco Aurelio, Alfonso X o Napoleón: los reyes y emperadores que fueron grandes escritores

Fueron reyes y emperadores, ejercieron el poder absoluto, pasaron a la historia como hábiles militares y gobernantes y, además, fueron grandes escritores

Ejercer el poder no está reñido con el ejercicio de las letras. A lo largo de la historia, han sido varios los monarcas que, además de ostentar el cetro, han ostentado la pluma y han pasado a la historia como grandes escritores.

Rey David, el autor de los Salmos

Rey de Judá y segundo Rey de Israel, tras Saúl, y paradigma del Rey justo y virtuoso, David es también el ejemplo de monarca-poeta.

David, no de los personajes centrales de la Biblia y del Antiguo Israel, y figura capital en la historia de la Revelación divina y de la Salvación (Jesús era descendiente de David), el Rey David es autor de gran parte de los salmos contenidos en el Libro de los Salmos, un conjunto de composiciones poéticas escritas por inspiración divina para recitarlas en la oración.

Los Salmos de David constituyen el grueso de la Liturgia de las Horas que marca los diferentes momentos de oración de la comunidad cristiana.

Julio César, el hombre que pudo reinar

Julio César no fue emperador, pero ejerció el poder en la Roma Republicana como si lo fuera, y a él se le debe el Imperio que inauguró su hijo adoptivo, Octavio César.

Tras llevar victorioso a las legiones por Hispania, las Galias, Britania o Germania y derrotar a sus enemigos en la Guerra Civil que lo enfrentó a Pompeyo, Julio César ostentó un poder absoluto sin que el Senado tuviera opción de oposición.

A César se le deben dos obras esenciales de la literatura clásica latina y universal: Comentarios a las guerras de las Galias y Comentarios a la Guerra Civil.

Marco Aurelio, el emperador filósofo

Entra dentro de la ficción moderna, pero en la espléndida, y fantasiosa, Gladiator (2000) de Ridley Scott, un Marco Aurelio interpretado por un crepuscular Richard Harris se preguntaba ante su pupilo, el general Máximo Décimo Meridio (un Russell Crowe de Oscar), cómo pasaría a la historia, si como el tirano o el filósofo.

Lo cierto es que Marco Aurelio pasó a la historia como uno de los últimos grandes emperadores romanos y, además, como un escritor y filósofo excelente al que se le debe el principal compendio de la filosofía estoica: las Meditaciones.

Desde su estatua ecuestre en la Piazza del Campidoglio romano (en realidad una copia, ya que la original se custodia en los Museos Capitolinos), un Marco Aurelio sereno, ataviado con la túnica senatorial y más paternal que militar, contempla la urbe y el orbe de hoy desde donde se alzaba aquel templo a Júpiter Capitolino, el caput mundi.

Las Meditaciones de Marco Aurelio están conociendo un redescubrimiento como bestseller mundial. El libro se está reeditando en múltiples ediciones y formatos y, en la edad de las redes sociales e internet, no dejan de replicarse sus citas en plataformas como Twitter, Facebook o Instagram

Alfonso X, el Rey Sabio

En España, Alfonso X el Sabio es el paradigma del Rey escritor. Además de su importante labor de reforma legislativa (el Fuero Real, las siete Partidas…) se le atribuye a Alfonso X una amplia producción literaria.

A Alfonso X se le debe el establecimiento de la Escuela de Traductores de Toledo, una reunión de expertos en lengua latina, árabe y hebrea encargada de traducir textos de la Antigüedad al castellano.

El Rey Sabio fue, además, un gran poeta, sobre todo en lengua galaico-portuguesa. Sus Cantigas de Santa María, escritas en galaico-portugués, forman parte de momento fundacional de la literatura tanto en lengua gallega como portuguesa.

A Alfonso X el Sabio también se le debe el primer manual de juegos de mesa, el Libro del ajedrez, la Historia General y obras científicas, como los Libros del saber de astrología.

Napoleón, el denostado hombre de armas y letras

Napoleón Bonaparte fue un genio militar, hábil político y amante de las artes y las letras que, además de llevarle al saqueo de las obras maestras de los reinos que invadían sus tropas, le llevó también a componer un libro de memorias, conocimientos militares y filosofía política denominado Máximas y Pensamientos.

Pese a ser hoy un personaje denostado en media Europa, un maquiavélico político que se sirvió de las ideas de libertad, derechos y ciudadanía que se expandían por el continente europeo desde la Francia Revolucionaria para construir su proyecto autocrático, y pese a ser el responsable de la primera gran guerra que asoló Europa de forma masiva, antecedente de las guerras mundiales del siglo XX, Napoleón fue también un líder que mostró sabiduría, un gigante político que dibujó la Europa de hoy.

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