
Fachada del Gran Museo Egipcio
Estos son los cinco tesoros que podrás ver en el Gran Museo Egipcio de Antigüedades
El complejo abre sus puertas, mientras espera confirmación para la fecha de inauguración, para acoger grandes eventos y visitas guiadas limitadas, para probar sus instalaciones
El Museo Egipcio de Antigüedades comienza a recibir gente tras una década de expectación. Levantado en 2012 para convertirse en el museo más grande del mundo dedicado a la civilización del Antiguo Egipto, calienta motores para probar sus instalaciones a la espera de la fecha de inauguración. De este modo, desde el pasado mes de noviembre acoge selectos eventos públicos y a partir de marzo empezó a ofrecer visitas guiadas limitadas. Todo ello pensado para poner a prueba sus instalaciones, como paso previo a su gran apertura.
Ubicado a dos kilómetros al oeste de la necrópolis de Giza y que una vez inaugurado recogerá decenas de miles de objetos de toda la apasionante y extensa época faraónica del país en sus numerosas galerías, incluidas dos reservadas exclusivamente a la colección completa de la tumba del Rey Tutankamón. También, contará con salas de exposiciones temporales, un museo infantil, una biblioteca, un cine, un auditorio, un centro de conferencias y talleres.
Los fondos del Museo Egipcio abarcan más de tres mil años de historia, desde el Imperio Antiguo hasta el periodo romano. El espacio de exposición se divide en dos plantas, la baja se organiza de forma cronológica y en la primera se ordenan las piezas por temática común. Desde El Debate recopilamos algunos de los tesoros que pronto se podrá disfrutar en el Gran Museo Egipcio de Antigüedades.
Coloso de Ramsés II de Menfis
Esta gigantesca escultura de 12 metros de altura tallada en el Imperio Nuevo de Egipto durante el reinado de Ramsés II, faraón de la dinastía XIX de Egipto, recibirá al visitante en la entrada del museo. Fue descubierto en el año 1820 por el viajero italiano Giovanni Caviglia y originalmente se encontraba en el flanco sur del Gran Templo de Ptah, situado en Menfis. Aquel año iba a ser transportado al Museo Británico de Londres, pero debido a las dificultades de transportación, se descartó dicha opción.
Coloso de Ramsés II en el Gran Museo Egipcio
Por ello, permaneció 130 años entre las ruinas de Menfis, a unos 40 kilómetros al sur de El Cairo. Años más tarde, el presidente Gamal Abdel Nasser ordenó en 1954 trasladar al coloso a la capital egipcia para celebrar el segundo aniversario de la revolución de 1952 por lo que fue restaurada y puesta en pie en el centro de la plaza Bab Al-Hadid. Allí permanecería medio siglo hasta que por miedo a ser dañada, en 2006 se decidió moverla a Giza en previsión de su futura colocación a la entrada de un nuevo museo.
Coloso doble de Amenhotep III y Tiy
Este grupo monolítico del faraón egipcio Amenhotep III de la XVIII dinastía, su gran esposa real Tiy, y tres de sus hijas, fue tallada en caliza, originalmente policromada; con una anchura de 4,4 metros y una altura de 7 metros, siendo el coloso doble más grande encontrado.
La estatua perteneció al templo funerario de Amenhotep III, del cual apenas quedan restos, pero que fue el mayor complejo funerario levantado en Tebas y fue encontrada a finales del siglo XIX en varios trozos: en 1897 los fragmentos fueron trasladados por George Daressy a la explanada del pequeño templo de Amón en Medinet Habu cercano; más tarde trasladados a El Cairo y reensamblados para la inauguración del Museo de egipcio en 1902. En 2011 varios fragmentos fueron descubiertos durante una excavación de rescate de posibles piezas antes de la instalación de un nuevo sistema de alcantarillado en la orilla occidental de Luxor. Gracias a ello el coloso se encuentra completa en un 70 %.
Tesoros de Tutankamón
Dos galerías enteras estarán destinadas a albergar los tesoros de Tutankamón, el joven faraón de la dinastía XVIII, que a pesar de no suceder nada reseñable durante su reinado, es mundialmente conocido por el impresionante descubrimiento de su tumba por el egiptólogo y arqueólogo Howard Carter.
Todas las piezas del tesoro encontrado serán exhibidas en el Gran Museo Egipcio de Antigüedades en Giza: más de 3.500 objetos desde piezas de oro de su ajuar como la maravillosa máscara de la momia, pero también todos y cada uno de los objetos de su tumba.

La máscara dorada de la momia de Tutankamón con una némesis
Estatua del enano Seneb y su familia
Esta estatua colectiva del enano Seneb y su familia se encontró en una naos de su tumba mastaba en Giza. Seneb, sentado y con las piernas cruzadas está representado junto a su esposa, que lo abraza cariñosamente. Su esposa es de estatura normal. En aras de la simetría de la composición, el escultor esculpió a los dos hijos de la pareja donde habrían estado las piernas de Seneb, de haber tenido la misma estatura que su esposa. Los niños se representan desnudos, con el dedo índice en la boca, la forma habitual en que se representaba a los niños en el arte. El niño, de piel más oscura y a la izquierda del espectador, porta la coleta de la juventud que los niños tenían hasta que se lo cortaban al alcanzar la pubertad.
Las inscripciones de la base y la parte frontal del asiento nos dicen que Seneb era el sacerdote funerario de los reyes difuntos Khufu y Djedefra, y el encargado del guardarropa real. La tumba de Seneb es muy interesante, pues posee la primera cúpula de techo sobre una cámara cuadrada.
Sarcófago de Kawit

Sarcófago de Kawit
Se trata del sarcófago de la Reina Kawit, esposa del Rey Nebhepetre Mentuhotep, fundador del Reino Medio. Las caras exteriores están bellamente decoradas con escenas de la vida cotidiana, en un caso representándola bebiendo delante de una mesa cargada de comida, mientras una de las criadas peina a la reina y otra le sirve la siguiente copa. En la mano libre sostiene un espejo. En otra escena, se lleva una flor de loto a la nariz mientras moja un dedo en un recipiente de ungüento que sostiene una sirvienta. Delante de ella se ve su pecho y las joyas que contiene, una encima de otra. Otras escenas muestran vacas siendo ordeñadas o terneros amamantados. La combinación de la belleza, vista en el espejo, las joyas y el ungüento, junto con el loto, las vacas y la leche, forman alusiones muy claras a la fertilidad, la juventud, el renacimiento y a Hathor, la diosa del amor, la belleza, la fertilidad, la música y la maternidad.