'Filosofía de la religión': una obra fundamental para pensar el hecho religioso a la altura del siglo XXI
Manuel Fraijó ofrece una panorámica intelectual sobre una disciplina que aporta claves para analizar el papel de las religiones en la urdimbre personal y social y para prevenir el riesgo de los fundamentalismos
Decía Bochenski en un breve libro de introducción a la filosofía, que el filósofo considera sus objetos de estudio desde el punto de vista del límite, no dando por supuesto nada y, desde ese límite, empieza a preguntar. Es por ello por lo que tenemos una filosofía del derecho, de la historia, etc. e incluso, de la religión. Hume, Kant y Hegel figuran entre los primeros promotores de esta disciplina que, como otras ramas de la filosofía, busca explicar y, sobre todo, comprender esta dimensión del espíritu humano.
Manuel Fraijó, autor de la obra que ahora comentamos, es una de las figuras claves de la filosofía de la religión en nuestro país. Quien haya tenido la suerte de poder escucharle en alguna conferencia, compartirá conmigo que tiene una gran claridad expositiva y un selecto conocimiento de los temas relativos al hecho religioso y las religiones. De la misma forma, sus libros y, muy concretamente el que nos ocupa, aportará al lector una placentera experiencia y un conocimiento, más que actualizado, de lo religioso y sus manifestaciones.
trotta / 584 págs.
Filosofía de la religión
Que Fraijó es una autoridad en la materia queda avalado por su amplia producción bibliográfica en torno a la religión en general y sobre el cristianismo en concreto, así como por más de tres décadas impartiendo Filosofía de la Religión en la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Muchas veces le he escuchado decir que, conocer, uno solo conoce su religión y es difícil comprender la religión ajena. Pero el filósofo no puede renunciar al esfuerzo de acercarse, desde el límite, a toda experiencia religiosa para comprender el calidoscópico panorama. Tenemos más religiones que lenguas, aprecia Fraijó y, de algunas de ellas, se duda, desde la perspectiva crítica, que deba ser considerada religión. Es así que, uno de los primeros trabajos del estudio del hecho religioso ha sido la sistematización de las religiones, tarea, sin duda, nada sencilla, pero ineludible para una mente humana tan dada a categorizar, analizar, distinguir.
La obra está dividida en doce partes (número muy recurrente en la Biblia) y un epílogo. El esquema es propio de un docente que va desgranando ordenadamente el tema a desarrollar. Tras un estudio introductorio se detiene en los precursores de esta disciplina filosófica (Ramón Sabunde, Cusa, Leibniz…) y avanza hacia una definición. La filosofía de la religión, dice el autor, es como un mar que se alimenta de muchos ríos (p. 109) así ocurre con las ciencias del espíritu, siempre interrelacionadas.
Fraijó tiene una clara preocupación por el fundamentalismo, un mal que amenaza, por supuesto, no solo a las religiones. De hecho, el epílogo lleva por título: «contra los fundamentalismos». Cuanta más capacidad posee una religión para dar cabida en su interior a los logros de la filosofía, menos permeable será a la tentación fundamentalista (p. 110). Ciertamente los logros y el logos de la filosofía permitieron al cristianismo, como también al judaísmo y, posteriormente, al islamismo, la articulación, o el intento de articular fe y razón. Como indica Fraijó, algunos teólogos islámicos lamentan el olvido histórico de Averroes. Además de la mirada filosófica a la religión, surgieron los enfoques positivos que abrieron la senda de las ciencias de las religiones (historia, sociología, psicología) para examinar, desde dentro, la manifestación religiosa.
Otro de los ríos que alimenta el mar de la filosofía de la religión ha sido el enfoque descriptivo de la fenomenología del hecho religioso en las dos últimas décadas del siglo XIX. Pero en esta obra no podían faltar grandes voces y personajes como el Maestro Eckhart, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz…representantes, estos últimos, del rico patrimonio místico español. El intento de sistematización de las religiones distingue tres grandes corrientes, como son las místicas, las proféticas y las sapienciales. En pocas páginas ha logrado, una visión panorámica de todas ellas, sin detenerse en datos accesorios, como si quisiera expresar lo nuclear de cada una pasando rápido a la reflexión sobre los dilemas filosóficos que nos plantean.
Y tras abordar las aportaciones de los tres grandes filósofos de la religión, nos presenta una selección de «otros» filósofos de la religión entre ellos, varios españoles, desde Unamuno, pasando por Ortega, Zubiri, María Zambrano, hasta llegar a uno de los maestros de Fraijó en la década de los 60: el jesuita Jose Gómez Caffarena. La religión y el hecho religioso ha dado mucho que pensar a los pensadores patrios. De hecho, la obra es coronada con un apéndice sobre algunos cultivadores de la filosofía de la religión en España.
Pensar las religiones es tanto como pensar la esperanza humana, más aún, la esperanza de trascendencia. ¿Es la filosofía de la religión una filosofía de la esperanza? En esta y otras obras de Fraijó se piensa la esperanza como lo hicieron filósofos como Bloch a quien escuchó con avidez en sus años de estudiante en Tubinga.
Solo me resta invitar a la lectura, dialogante y crítica, de una obra que no le dejará indiferente.