Charlie Parker nunca esquivó el platillo de batería que Jo Jones le lanzó a la cabeza
El incidente entre Parker y Jo Jones se considera, por parte de algunos expertos, el momento fundacional del bebop
La leyenda es de sobra conocida por los amantes del jazz, pues se considera en momento fundacional –si es que hay uno en concreto– del bebop.
Ocurrió en el Reno Club Kansas City durante una sesión de improvisación una noche de 1937 y sus protagonistas son dos gigantes como Jo Jones y Charlie Parker.
Pese a que la fama grabaría el nombre de Parker para la posteridad en letras de oro –conocido incluso para quienes no sienten afinidad por el jazz–, mientras que Jo Jones quedaría como una figura para los más cafeteros del jazz, lo cierto es que aquella noche la estrella invitada era el veterano baterista Jo Jones, procedente de la orquesta de Count Basie.
Por su parte, un joven Charlie Parker de 16 años era su gran debut como saxo alto. Hacerlo con Jo Jones era la mejor forma de abrirse las puertas del éxito.
Parker había estado experimentando con los standards de Count Basie y había desarrollado una serie de acordes de transición arriesgados que le permitían fraseos inéditos.
En el escenario, junto con Jo Jones y su banda, Parker tomó en sus manos su nuevo saxofón Selmer y comenzó a improvisar a partir del standard I got rhythm, mostrando todo su repertorio de experimentaciones desarrollado en los meses previos.
Los fraseos, las variaciones de los acordes para obtener otros nuevos, las transiciones…, parecía funcionar. Hasta que algo empezó a ir mal. Según los presentes, Parker, al introducir uno de sus acordes de transición, perdió el ritmo, empezó a hacer cosas extrañas tratando de recuperar el hilo, pero aquello acabó en desastre.
Hasta aquí, la historia más o menos demostrada. A partir de ahora, la leyenda. Según las diferentes versiones del incidente, un Jo Jones enfurecido con el joven saxofonista que estaba arruinando su sesión jam, paró la música, sacó un platillo de la batería y se lo lanzó con ira a la cabeza de Parker, que malamente logró esquivarlo.
Parker se marchó humillado del local y, tras un breve período de reflexión, volvió a practicar, ensayar y experimentar durante un año entero. Entonces regresó al Reno Club Kansas City y ofreció una de las veladas más memorables de la historia del jazz. Había nacido el bebop.
La anécdota aparece en la película Whiplash, de Damien Chazelle, cuando el profesor de música Terence Fletcher la esgrime como justificación por su actitud despótica, violenta y cruel hacia sus alumnos.
Sin embargo, la historia no es cierta. O al menos no del todo. El incidente entre Parker y Jo Jones sí se produjo tal y como ha llegado hasta nosotros. Sin embargo, Jo Jones jamás le lanzó a la cabeza a Parker el platillo, por lo que difícilmente Parker lo esquivaría.
Jo Jones ni siquiera estaba enfadado, más bien divertido con el tremendo ridículo que el joven saxofonista estaba haciendo delante del público.
Lo que ocurrió fue, quizás, más cruel que lanzarle el platillo a la cabeza. Para aumentar la humillación que estaba sufriendo, Jo Jones sacó el platillo de la batería y lo lanzó a los pies de Parker, provocando un estruendo al caer.
El gesto provocó las risas de la banda y el público, momento en el que Charlie Parker, igualmente humillado, abandonaría el escenario.
Por suerte para todos, la tercera parte de la historia también es cierta, tal y como aparece en Whiplash. Un año después Parker volvería convertido en «Bird» y triunfaría dando grandes alas al bebop y haciendo inmortal al jazz.