Carletto y el cohete. Como los de Yoli…

Le convenía ganar al Madrid tras el número del derbi y evitar que a Ancelotti le subieran del todo a un cohete como esos de la Yoli. O se subiera él sólo para huir de un Madrid que diríamos se iba al carajo si no ganaba esta vez. Gente rica en posibles y en títulos, el italiano es un hombre-cohete químicamente puro. Pondría rumbo a Brasil pues allí siguen esperándole.

Ha sido cosa de tres días con esto de la jornada intersemanal, pero menos el Tata Martino han sonado todos los entrenadores posibles e imaginables. ¿Es el Madrid? Es el Madrid.

Que ganó por dos como pudo hacerlo por cinco ya en la primera parte. La diferencia con Las Palmas es abismal. El Madrid no lo borda, pero genera y tira a puerta. Fuera o al cuerpo del portero, por concretar. Lo del rombo o como se llame es la apuesta y lo requeteconfirmó que Carletto puso a Brahim en lo de Bellingham, que descansó esta vez.

Veo al equipo y pienso dos cosas: la cuesta hacerse a ese dibujo y, lo fundamental, necesita tropecientos remates para meter un gol. El primero lo tuvo que poner Brahim cerca de la escuadra en la última jugada del primer tiempo. Ahí o nada. Joselu hizo el segundo la tarde que pudo salir Pichichi. El nuevo césped no mereció los puñetazos que le dedicó el ariete, el único del mundo que no lleva el 9, tras marcar. Puñetazos de liberación.

Un partido más, entre los mil mejores de la historia madridista no está, camino de uno la mar de excitante. Segundo clasificado visitará el sábado al líder, el Girona de Michel. No Michel el 8, el otro. Ahora mismo uno de los equipos más en forma de Europa.

Los blancos necesitarán su mejor versión. El año pasado se volvieron con cuatro en contra de allí, avisados están. Esa mejor versión la hemos visto una vez lo que va de curso: en San Mamés donde estivo fantástico como equipo. La madre del cordero, equipo.

Ha vuelto Vinicius. Es probable que jugar sin él, Courtois y Militao sea demasiado también para el 14 veces campeón de Europa. Girona-Real Madrid. Se afana en lo bueno el visitante o no ganará. Y reaparecerá el cohete.