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19 de septiembre de 2024

José Manuel Cansino

Lo que aguantará la economía cuando China se eche a dormir

La vía de la robotización parece ser su apuesta para compensar el envejecimiento demográfico

Actualizada 04:30

«Quand la Chine s'éveillera... le monde tremblera». Así tituló en 1973 su libro el intelectual, diplomático y político francés Alain Peyrefitte una obra traducida al español a comienzos del año siguiente («Cuando China despierte», Plaza & Janes). El libro analizaba el potencial económico y geopolítico de China, anticipando su ascenso en el escenario mundial. Peyrefitte pronosticó que, cuando China lograra modernizarse y aprovechar su vasto tamaño poblacional, tendría un impacto profundo en el mundo. Eso se escribía hace más de medio siglo del país que acaba de visitar la legación española con el presidente del Gobierno al frente.

La expansión demográfica y el cierre de la brecha tecnológica que la separaba con Occidente eran la clave de la predicción de Peyrefitte. Una predicción que también se vio cumplida gracias al movimiento migratorio de la China agrícola a la urbana y a las reformas políticas que dieron lugar a un sistema de mercado muy intervenido por un estado autoritario. Un sistema catalogado como «híbrido» en la clasificación anual de la calidad democrática que hace la Unidad de inteligencia de la revista The Economist, para la que híbrido significa un sistema político en el que conviven rasgos autoritarios y democráticos.

Ahora la expansión demográfica china se ha detenido y, en consecuencia, si el gigante asiático despertó con ella ¿se echará a dormir cuando su población envejezca?

China experimentó una disminución poblacional de 2,08 millones de personas en 2023, una caída doble de la registrada el año anterior, cuando el país marcó su primera reducción demográfica en 60 años. Pero su frenazo demográfico no es un caso aislado.

La tasa global de fecundidad mundial era de 2,3 en 2021, frente a 5,1 en 1965, 4,8 en 1970, 3,7 en 1980, 3,3 en 1990 y 2,8 en 2000. Esta tendencia a la baja se aceleró después de 2015. En el caso de China y para 2022 la tasa fue de aproximadamente 1,09 hijos por mujer. Visto en perspectiva global y tomando los cálculos de Jesús Fernández Villaverde –catedrático en Economía de la Universidad de Pennsylvania y miembro de los prestigiosos centros NBER y CEPR– en 2023 por primera vez en la existencia del ser humano como especie, ya no nos reemplazamos. La fecundidad de la humanidad cayó por debajo del nivel necesario para mantener la población constante en el largo plazo.

Para el año 2030, se espera que la población en edad laboral de China (la situada entre los 16 y 59 años) sea de alrededor de 830 millones, frente a su pico de 925 millones en 2011. Esta disminución se acelerará entre 2030 y 2050, con una reducción anual promedio de aproximadamente 7,6 millones de personas, lo que dejará a la población en edad laboral en torno a 700 millones para 2050. Esta cifra representa una disminución de casi el 23% con respecto a los niveles actuales.

Naturalmente las autoridades chinas están intentando frenar la velocidad de esta evolución demográfica con políticas natalistas impensables hace sólo unos pocos años. También está considerando retrasar la edad de jubilación, pero la tendencia es inexorable. China, igual que la mayor parte del Planeta participa en una carrera hacia el envejecimiento en el que lo único que nos distingue en la velocidad hasta la llegada a la meta.

Si el poder económico de China está condicionado por su expansión demográfica, la caída en su población sólo puede compensarse abriendo las puertas a movimientos inmigratorios intensos

Si el poder económico de China (segunda potencia mundial) está condicionado por su expansión demográfica, la caída en su población sólo puede compensarse abriendo las puertas a movimientos inmigratorios intensos o aumentando la mecanización de su producción.

China no es tradicionalmente un país receptor de grandes cantidades de inmigrantes. Se estima que en 2020 había aproximadamente 845.000 extranjeros viviendo en China, lo que representa una pequeña fracción de su población total de más de 1.400 millones. Por tanto, la vía de la robotización parece ser su apuesta para compensar el envejecimiento demográfico.

China es el líder mundial en robótica industrial, habiendo instalado más de la mitad del suministro global de robots industriales en los últimos años. Solo en 2022, China representó más del 50 % de los robots industriales instalados a nivel mundial, con aproximadamente 553.000 nuevas unidades instaladas. Esto convirtió a China en el mayor mercado de robots industriales por undécimo año consecutivo. Ese mismo año la industria China fabricó cerca de 430.000 robots industriales.

Parece que China no tiene pensado echarse a dormir. Acaso planea poner a robots al servicio del descanso.

  • José Manuel Cansino es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, profesor de San Telmo Business School y académico de la Universidad Autónoma de Chile / @jmcansino
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