El vacío legal existente en España sobre el uso del velo islámico en las escuelas

Es un debate que ha marcado la agenda en muchos países europeos que se debe fundamentalmente al aumento de población inmigrante en nuestro continente. ¿Se puede asistir a las escuelas con elementos propios de la religión islámica que esconden total o parcialmente la cara?

Hablamos concretamente del hiyab –velo cuadrado que cubre la cabeza y el cuello– o de la shayla –velo largo que se enrosca en el cuello–, pero también de otras formas más extremas y menos comunes, como en burka o el niqab.

En Francia, va a hacer un año que prohibieran el uso de la abaya, una túnica amplia que cubre el cuerpo de las mujeres y que es propia de los países musulmanes. Lo hicieron al considerar que estas prendas son, como el burka o el velo islámico, un vestido de identificación religioso y violan el principio de laicidad del Estado galo.

Pero esto fue solo un paso más, ya que en el país vecino el uso del velo islámico está prohibido en las escuelas desde 2004, cuando el entonces presidente de la república Jacques Chirac lo hizo con una ley especial.

Pero, ¿y en España? ¿Existe algún tipo de prohibición? La respuesta es no. No hay ningún tipo de normativa nacional o regional que regule el uso de estas prendas religiosas, aunque el Tribunal Supremo se pronunció en 2013 y avaló la decisión de un instituto en Pozuelo de Alarcón (Madrid) de prohibir la asistencia a clase de una alumna con el hiyab cubriendo su cabeza.

Sería el Ministerio de Educación el encargado de redactar una ordenanza al respecto, pero no parece que esta sea una de las prioridades de la cartera que encabeza Pilar Alegría. Por ello, son los propios centros a través de sus reglamentos de régimen interno los que han de fijar sus propios protocolos al respecto.

Desde Educación siempre han afirmado que en España no existe un conflicto por este motivo y que el uso de estas prendas no es tan habitual como para generar problemas de convivencia.

Las asociaciones islámicas, por su parte, mantienen su defensa al uso del velo islámico frente a aquellos que reclaman su desaparición de las escuelas. Recuerdan que la vestimenta del velo islámico «es una manifestación protegida por la libertad religiosa en España, recogida en la Constitución Española, y también en la Ley 26/1992, de 10 de noviembre, por la que se aprueba el acuerdo de cooperación del Estado con la Comisión Islámica de España, y por lo tanto ninguna Ley inferior, ni ningún reglamento interno puede limitar ese derecho fundamental a las personas de creencia islámica».

Lo cierto es que en España no existe tanta problemática como en Francia o Bélgica, pero viendo cómo aumenta la población musulmana en nuestro país, sería conveniente resolver este punto antes de que sea complicado. Occidente debe conservar sus tradiciones frente a este tipo de culturas que denigran a la mujer y pretenden arrasar con los valores cristianos, que son sobre los que se asienta nuestra civilización.