Fuerzas Armadas Un fusil de ahora, el HK G36E
Tras el concurso internacional convocado por el Ministerio de Defensa, fue elegido el fusil de asalto HKG 36E que respondía a los requerimientos exigidos, en concreto a proporcionar al combatiente una respuesta rápida, de día y de noche, para batir al enemigo a una distancia de hasta 300 metros
El calibre 308 Winchester, conocido en Europa como 7, 62 x51 dejó el paso a un calibre menor: el 223, es decir, 5,56x45 mm. cuyo proyectil se consideraba como bala humanitaria, dado que no mataba tanto como la del 7,62, y de eso se han quejado algunos, sino que provocaba heridas al combatiente enemigo, si le dabas claro, provocando un mayor gasto al ejército rival pues hacía que tuviera que detraer recursos sanitarios y de transporte para sacar a sus heridos del campo de batalla.
España primero intentó la transformación del tradicional CETME C en el modelo L. Un concepto correcto pero fabricado con materiales de poca calidad que dio muy mal resultado. La necesidad de disponer de un nuevo fusil de asalto de última generación para los ejércitos españoles, se planteó a partir de la experiencia acumulada con los fusiles en servicio en vista de las misiones encomendadas a las Fuerzas Armadas españolas, de las mejoras tecnológicas y del abaratamiento de costes producida durante los últimos años. El fusil de asalto HKG 36E fue seleccionado tras un riguroso concurso en el que participaron ocho fabricantes internacionales. Las pruebas realizadas en España abarcaron aspectos tácticos y técnicos, así como la evaluación por parte de las autoridades. Fue declarado modelo de necesaria uniformidad para las Fuerzas Armadas por el Consejo de Ministros del 2 de febrero de 1999. Tras el referido concurso internacional convocado por el Ministerio de Defensa, fue elegido, como hemos dicho, el fusil de asalto HKG 36E que respondía a los requerimientos exigidos, en concreto a proporcionar al combatiente una capacidad de respuesta rápida, de día y de noche para batir al enemigo a una distancia de empleo de hasta 300 m. Siendo posible su utilización bajo condiciones climáticas, ambientales y personales adversas, tanto para diestros como para zurdos. Funciona por toma de gases de gran fiabilidad, facilidad de entretenimiento y peso reducido. El fusil va equipado con un visor en el asa de transporte. Otra mejora son sus elementos de puntería. Pues el referido visor óptico, con una lente de 1,5 aumentos, permite una rápida adquisición del objetivo y por tanto, batirlo en un tiempo menor. El visor del Ejército de Tierra es de 1,5 aumentos y el de Infantería de Marina de tres, aunque no todos. Dispone de un punto de mira y un alza, elementos de puntería tradicionales, en el asa de transporte, sin ninguna capacidad de ajuste, ni en deriva ni en elevación. Estos elementos de puntería son parte del asa mencionada, están fabricados con el mismo plástico y el radio entre miras es realmente muy reducido. Para distancias cortas (menos de 25 metros) estos elementos de puntería son suficientes y bastante útiles. De hecho, son tu mejor y quizás única opción dentro de esa distancia. Pero cuando la distancia es mayor estos elementos de puntería no resultan eficaces y hay que recurrir al visor.
Y con la posibilidad de incrementar la capacidad de fuego mediante la incorporación de un lanzagranadas de 40 mm. Presenta importantes mejoras en materia de robustez y fiabilidad. Su manejo resulta más sencillo y cómodo que los anteriores modelos gracias a incluir un 85 % de materiales plásticos de polímero reforzado con fibra de carbono, con lo que se reduce su peso a 3,63 Kg. sin cargador. La principal diferencia interna que presenta el HKG 36 E respecto al CETME L la encontramos en su sistema de funcionamiento, ya que pasa del acerrojamiento semirrígido por rodillos a otro rígido de cerrojo rotativo que opera por toma de gases. Constituye uno de los fusiles de asalto más fiables gracias a su mecanismo de disparo accionado por pistón de corto recorrido.
Otra peculiaridad del HKG 36E son los cargadores que pueden acoplarse unos a otros gracias a unos enganches laterales, con capacidad para 30 cartuchos. Son translúcidos. Esta cualidad de visibilidad le permite al tirador saber la munición que le queda en el cargador sin necesidad de extraerlo. Además, el HKG 36 E, de dotación en España incluye bayoneta. Y también puede incorporar otros elementos auxiliares. Como el referido lanzagranadas de 40 mm bajo el cañón; un visor nocturno que no necesita homogeneización previa y que se sitúa en el asa de transporte; un cargador de doble tambor con 100 cartuchos; un sistema de puntería láser y de acoplamiento de linternas. A todo esto hay que añadir, por lo que hace al diseño, que cuenta con una culata plegable y que se desmonta de forma rápida en seis componentes más el cargador, gracias a sus mecanismos que van unidos con pasadores de fácil acceso. Algo que también facilita las labores de limpieza y de mantenimiento de todos sus elementos. Por último, como consecuencia de estas características, el HKG 36E ofrece una gran estabilidad de tiro, incluso en la modalidad de ráfaga. Las primeras unidades a las que fue destinada en el Ejército de Tierra este fusil fueron tropas de la Fuerza de Acción Rápida, la Brigada de cazadores de montaña, el mando de operaciones especiales, el mando de adiestramiento y doctrina y la Guardia Real.
El fusil pesa 3,3 kg. Tiene una longitud total de 998 mm. mientras que la longitud del cañón es de 480 milímetros, forjado en frío y cromado en su interior, por dentro tiene seis estrías a dextrórsum, en el sentido de las agujas del reloj, lo que supone una vuelta del proyectil cada 178 mm. para conservar la orientación durante el vuelo, siendo aerodinámicamente más estable, con lo que mejora el alcance y la puntería del arma. La velocidad inicial de la bala es de 920 m/s y la cadencia de tiro de 750 disparos por minuto.
Problemas pocos, pero hay algunos
Se han constatado una serie de inconvenientes que han empañado en cierta medida su enorme popularidad. Uno de los problemas más comunes relacionados con el rifle de asalto del Ejército español es su fragilidad. En este sentido, parece que algunos soldados echan de menos la resistencia y la dureza del CETME C, ya que el HKG36-E se rompe con mayor facilidad. Posiblemente el motivo sea los polímeros empleados en casi toda la construcción del arma. Estos elementos abaratan sus costes de producción y reducen su peso, pero por el contrario le confieren una mayor fragilidad.
Durante la guerra de Afganistán algunos paracaidistas alemanes se quejaron de que el arma se sobrecalentaba en exceso a causa del clima y del empleo continuado del fusil, disparando durante mucho tiempo. También la palanca de montar es de engorroso acceso bajo el asa de transporte.