Romero de Torres en los sellos postales de una España montada en Vespa

En la radio sonaba el Help de Tony Ronald, Solo tú de Los Módulos, Yo te diré de Karina o Yo no soy esa de Maritrini, pero 1965 fue el año de La Yenka, de Johnny & Charley, que le ganó como canción del verano nada menos que a La Chica ye-yé de Conchita Velasco.

La Vespa se había coronado como medio de transporte de una clase media que ya comenzaba a asentarse en una España próspera económicamente, que cuidaba de los trabajadores y de las familias. Aunque el Seiscientos seguía siendo el utilitario estrella de entonces, fue en 1965 cuando la propia Seat lanzaba el familiar 1500 y el año en que llegó otro coche mítico: el Simca 1000.

Políticamente el Régimen de Franco navegaba entre reformistas y tecnócratas iniciando el aperturismo, preludio de una democracia que llegaría once años más tarde, con la muerte del Caudillo.

Fue en 1965 cuando Julio Romero de Torres , treinta y cinco años después de su fallecimiento, aparecería en una serie postal de diez sellos impresa por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT), la misma que en 1953 popularizó el cuadro 'Fuensanta' y el rostro del pintor en un billete de 100 pesetas que forma parte de la memoria colectiva de millones de españoles.

Dentro de las series dedicadas a la Pintura, Correos de España emitió la citada serie el 24 de marzo de 1965 (con Orden Ministerial de 26 de febrero de 1965) formada por sellos que reproducían varios de los cuadros más famosos del pintor. «Están numerados en los catálogos filatélicos del número 1657 a 1666 y fueron impresos con la técnica de hueco grabado, a una sola tinta cada uno, con marco dorado. Su tamaño es de 28,8 x 3,2 mm y su dentado de 12 3/4, en pliegos de 100 sellos cada uno», especifica a La Voz de Córdoba Rafael Serrano Gandía, Presidente del Club Filatélico de Córdoba y Presidente de la Federación de Sociedades Filatélicas de Andalucía, Ceuta y Melilla (FEFIAN).

Los sellos y su tirada fueron los siguientes:

• «La niña de la jarra», valor facial de 25 céntimos de peseta. Tirada 6.500.000

• «La copa», de 40 céntimos. Tirada, 5.500.000

• «Virgen de los Faroles», de 70 céntimos. Tirada, 5.500.000

• «La niña de la guitarra», de 80 céntimos. Tirada, 6.000.000

• «Retrato del pintor», de 1 peseta. Tirada, 7.000.000

• «Poema de Córdoba», de 1,50 pesetas. Tirada, 5.500.000

• «Marta y María», de 2,50 pesetas. Tirada, 4.500.000

• «Poema de Córdoba» (parte central), de 3 pesetas. Tirada, 4.500.000

• «Chiquita piconera», de 5 pesetas. Tirada ,4.500.000

• «Viva el pelo», de 10 pesetas. Tirada, 4.000.000

Llama la atención que fueran de un solo color. «En aquella época era una cosa que estaba haciendo Correos. Casi todos los sellos que sacó de la serie de pintores, que cada año sacaba una, lo hacía en monocromático y cada sello le daba el color que a ellos les parecía oportuno. Los demás sellos que hay del 63, 64, o 66 de pintores, son exactamente igual, son monocromáticos todos», explica Serrano.

Aún así no pierden la belleza que, como sellos, atesoran. Sobre todo porque pocas veces más Julio Romero de Torres ha merecido la atención de los servicios de correos de otros países, lo que hace a esta serie ciertamente única. Rafael Serrano destaca una excepción: «Otros dos sellos fueron también impresos en los talleres de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, relacionados con Julio Romero de Torres, aunque en esta ocasión no fue en España donde se emitieron. Se trató de un encargo de la autoridad postal de Paraguay, realizado en el año 1967, dentro de su colección de sellos de desnudos»

Los dos sellos reproducían los cuadros «La nieta de la Trini» con un valor facial de 2 guaraníes y «Naranjas y limones» con un valor facial de 3 guaraníes. En su día, estos sellos no pudieron exhibirse en las exposiciones oficiales, ya que el organismo internacional que las regula los consideró emisiones especulativas (destinadas exclusivamente a la venta a coleccionistas y no a circular postalmente) y por tanto los prohibió, según explica Serrano.

Exposiciones filatélicas dedicadas al pintor

Si bien Correos no emite dos veces una serie centrada en un mismo pintor, sí que hay otros elementos filatélicos que se han dedicado a Julio Romero de Torres. Los matasellos especiales que suelen estamparse en las exposiciones filatélicas es uno de ellos. El Club Filatélico de Córdoba, ha dedicado dos muestras a Julio Romero de Torres. En 1974, con motivo del centenario de su nacimiento, organizó una exposición nacional de pintura, para la que se elaboró el matasellos de Correos que se reproduce, y que fue estampado el 9 de noviembre, día del centenario.

Igualmente se elaboraron diversos sobres que reproducían los diez sellos de Correos emitidos en 1965, en los que con el sello correspondiente, se estampó el matasellos para el recuerdo.

En el año 2005, con motivo del 75 aniversario de su fallecimiento, el Club Filatélico de Córdoba organizó (con el patrocinio entre otros del Ayuntamiento de Córdoba) una exposición filatélica, que también contó con su matasellos especial.

Tributo filatélico al billete de 100 pesetas

El 4 de noviembre de 2015, Correos emitió una serie de dos sellos de la colección «Numismática». En el primero de ellos, reproduce el reverso del billete de 100 pesetas de 1953, con la imagen del cuadro «Fuensanta» del pintor (que recordemos figuraba en el anverso de dicho billete).

Estos sellos fueron emitidos en offset, en papel estucado, engomado y fosforescente. Su dentado es de 13 6/11, con un valor facial de 2 euros y una tirada de 220.000 sellos, en pliegos de 8 parejas (16 sellos en total).

Serrano Gandía reconoce que el billete fue mucho más popular que los sellos por una razón obvia: era común en el bolsillo de mucha gente que lo usaba para comprar y los sellos solo se utilizaban para franquear las cartas o las postales. En cuanto al valor de los sellos del 65 , «económicamente no han subido mucho de precio, pero filatélicamente ahí está muy buscado porque dentro de la pintura todas las series de España son muy importantes».