Cerramos media provincia de Córdoba
Lo que dice el título puede ser así más pronto que tarde. Lo dijo esta semana, en clave política, el secretario general del PP andaluz y anterior delegado del Gobierno de la Junta, Antonio Repullo, en alusión a las comarca del Guadiato y Los Pedroches y no le faltaban ni razones ni motivos para el pronóstico.
Y es que el Norte de Córdoba vive cuarenta años atrás en el tiempo. Es lo de Canarias, pero en lugar de horario el atraso es conceptual y el tiempo por recuperar coincide con los años en que el socialismo mandó en la región y cuyos líderes jamás se preocuparon por el norte.
La ideología de la pandereta (en Andalucía tristemente llevada a las castañuelas, la copla, el flamenkito apaleao, el tambor y la flauta) se estila y potencia desde determinados medios hasta la forma de gobernar. Y en eso último, el PSOE fue el rey, top, inigualable y todos los calificativos que deseen.
Así nos vimos y así nos vemos con el Norte de Córdoba, sin agua bebible gracias a la inoperancia del anterior Gobierno de la Diputación (PSOE) y sin infraestructuras hidráulicas. Tanto es así, que a Juanma Moreno se le ha puesto de cara de capataz de obra y, en cinco años, está haciendo depuradoras por doquier, las mismas que proyectó el PSOE hace década y media y que no hizo.
Y a Salvador Fuentes y a los alcaldes del Guadiato y del Valle (de Los Pedroches), se les ha metido detrás de las retinas la incomprensión de la negativa (tras decir que sí, primero) de no hacer un trasvase de Puente Nuevo a Sierra Boyera, que evitaría casi todos los males de la sequía. Todos no, porque tiene que llover para poner la guinda, pero el mal sería mucho menos que el actual.
Y, entre súplica y súplica, pues los socialistas (del Gobierno de España) son pequeños monarcas absolutos que rezan lo que dice el amado líder y reparten sus limosnas a placer, tampoco llega la luz al Norte y, hasta para un trámite de emergencia se hacen de rogar.
Recuerdo que, cuando de pequeño iba a casa de mis abuelos en Villanueva de Córdoba, en la sala de estar, bajo la televisión había un aparato que tenía que ser conectado para poder verla. Me explicaron, en una de esas mil preguntas por minuto, que era por un tema de luz, de potencia.
Ahora, para lo que no da la potencia es para poner industria y casi ni para bombear agua de La Colada. Pero lo curioso es que de lo de la tele y el aparato para poder verla hace casi cuarenta años y la cosa de la luz sigue igual. El Norte es la Canarias de Córdoba, pero cuarenta años atrás y, como no se les permita el avance sus vecinos se marcharán y la dehesa será un lugar precioso y vacío, el Guadiato un páramo y, en verano, podremos ir de turismo a nuestra estepa particular y contemplar las estrellas y dar las gracias a los socialistas por vaciar media provincia.