
El bebé siente todo lo que su madre siente
Embarazo
Alegría, tristeza, estrés: ¿Siente algo el bebé dentro del vientre de su madre?
El vínculo entre una madre y su hijo es de los más fuertes que el ser humano pueda conocer, más íntimo y especial. Este surge, en realidad, mucho antes de que el bebé nazca, durante los nueve meses que pasan conociéndose el uno al otro sin haberse visto todavía la cara y sin haberse cogido siquiera de la mano.
Desde el interior del útero, para el bebé su madre es el nexo con el mundo exterior. A través de su piel se filtran los sonidos, que le llegan distorsionados por el líquido amniótico y el fuerte latido del corazón. Y desde allí, se ha descubierto recientemente también que son capaces de reconocer distintos sabores y olores de lo que sus madres ingieren, y que además muestran reacciones de agrado o desagrado a estos.
Sonidos, olores, sabores... no son solo nutrientes y alimentos lo que atraviesan la barrera placentaria y llegan directamente al niño que va a nacer. Y también lo hacen sus emociones y sentimientos, que llegan hasta la placenta a través de las señales hormonales.
Por tanto, sí, el bebé siento todo lo que su madre también siente su madre. Alegría, tristeza, agobio, estrés... Toda la montaña rusa de emociones que una mujer vive durante los nueve meses –también llamada labilidad emocional gestacional– también la experimenta su niño.En el año 2011, un estudio abordó esta cuestión y concluyó que los cambios en los estados mentales de la madre influían en el desarrollo del niño antes y después del nacimiento. Hasta hoy, otras investigaciones han completado esta primera, pero el equipo de Curt A. Sandman, de la Universidad de California-Irvine, ya comprobaron entonces que un bebé dentro del útero materno toma un papel activo en su propio desarrollo, porque durante esos nueve meses está recolectando, sin saberlo, información que le preparará para la vida en el exterior.
Siete años después, expertos de la Universidad de Cambridge demostraron que la interacción madre-hijo es fundamental para el desarrollo y el aprendizaje futuro del niño, desde el embarazo. Según su análisis, el simple hecho de tomar conciencia de la vida que la mujer lleva dentro se asocia con comportamientos saludables, como dejar de fumar o asistir a las citas médicas. Pensar en todo lo que harán juntos y contárselo es otra de las maneras de crear, desde el inicio, un importante vínculo de amor y de cuidado. Así, pudieron concluir que la actitud de la madre para con su hijo influye en el desarrollo posterior del bebé.
Y al revés, también ocurre. Las emociones negativas que una madre siente repercuten en la salud de su hijo, y en la de su embarazo. Distintos estudios han abordado el tema de la salud mental durante la gestación y los dos más recientes han concluido:
- 1. El estrés durante la gestación hace a los niños, a los tres meses de edad, más tristes, más miedosos y angustiosos.
- 2. La ansiedad puede aumentar el riesgo de tener un parto prematuro.