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Pilar de Aristegui en su visita a la redacción de El DebatePaula Argüelles

Entrevista | Pilar de Arístegui

«La leyenda negra es útil para la gente que en este momento quiere desmembrar España»

Hay un creciente interés por la historia de España y la historia de España en Hispanoamérica, por esta razón, libros como el de Ultramar de Pilar Arístegui vuelven a tener relevancia por que la gente «ávida de leer lo que de verdad pasó», explica la autora

Para Pilar de Arístegui, la mujer siempre ha sido la columna vertebral en sus novelas, sobre todo, aquellas cuyas historias han quedado en el olvido. «Siempre me ha producido disgusto y rabia ver que muchas mujeres que habían trabajado en los talleres de los padres, de los hermanos, del marido... a pesar de que trabajaban ellas, eran ellos los que firmaban», explica de Arístegui en conversación con El Debate.

Por ello decidió contar la historia de Micaela Vallesteros, un personaje ficticio que representa a todas aquellas voces de artistas que quedaron silenciadas solo por el hecho de ser mujer. Empezó con La diamantista de la emperatriz (Ediciones B, 2008) y seis años más tarde, decidiría continuar con su relato en Ultramar donde Micaela viaja a las Indias en 1541 atraída por nuevas culturas. «Lo que me parece extraordinario de esa época en España es la apertura mental al mundo, ese abrirse al mundo, hacia lo desconocido, a cosas nuevas y apasionarse por ese continente», confiesa la autora.

A pesar de que Ultramar fue publicado en 2014, ahora vuelve a tener un gran interés, un fenómeno que se debe a que «ha habido muchos ataques absolutamente infundados y falsos, por ello la gente ha reaccionado finalmente y ha dicho 'esto no se puede consentir' y está ávida de leer lo que de verdad pasó», reconoce la escritora y pintora.

Pilar de Arístegui, autora del libro Ultramar

Pilar de Arístegui, autora del libro UltramarPaula Argüelles

–¿Qué movía a estas personas a descubrir nuevas tierras?

–Pues yo creo que también hay una razón muy clara. Los españoles –castellanos, vascos, aragoneses, andaluces... de todas las regiones de España– estaban acostumbrados a la lucha por la Reconquista. Esos ocho siglos de lucha generan una energía que es imposible que se pare de repente. Y entonces es cuando aparece «el loco de Colón y su improbable proyecto»–así hacían referencia los detractores del genovés– y lo presenta ante la Reina Isabel, la mujer más grande que ha tenido la historia de España y yo me atrevería a decir, de la historia universal. Esa mujer –que es la castellana, la de tierra adentro– se da cuenta de la posibilidad que hay. ¿Por qué? Pues una de las razones seguramente será porque ellos, sobrina nieta de don Enrique el navegante, el gran príncipe navegante portugués, y entonces ella tiene también por su familia, el recuerdo de lo que es la aventura del mar. Pero ella ve más allá, ve al otro lado del Atlántico. Y esa es su gran, su gran visión y su gran éxito.

España, cuando tiene el saber, lo da. La prueba son las universidades, se preocupa por los pueblos, hace hospitales, se preocupa por los indígenas, hace escuelas

–¿Por qué cree que ahora hay tanta crítica al descubrimiento de América?

–Bueno, nuestros detractores claro que no quieren ver, no quieren ver porque, como dice muy bien [Salvador] Madariaga en una de sus famosas frases: «alguien que no tenga una absoluta decisión de no ver lo que hizo España en América, no vería aquella aquella tropa impávida, decidida y deseosa de hacer el bien que preservaba a los indígenas de sus propios hombres de presa». Más o menos esa es la frase de Madariaga.

Fíjate en lo que dice: ellos mismos preservaban a los indígenas. Es decir, la administración, los clérigos, la evangelización, todo eso estaba dedicada a preservar a los indígenas de sus propios hombres de presa. ¿Por qué? Porque la codicia es muy mala. Y las riquezas del Imperio español producían mucha codicia.

Y luego había otra cosa también que yo encuentro singular en la historia de España. España, cuando tiene el saber, lo da. La prueba son las universidades, se preocupa por los pueblos, hace hospitales, se preocupa por los indígenas, hace escuelas, lo que hoy llamaríamos escuelas de formación profesional, donde se les daba un trabajo a los a los indígenas, a los nativos. La prueba, por ejemplo, es la escuela que funda Fray Pedro de Gante en 1527, que es la primera escuela de música y la primera obra musical del Nuevo Mundo es una cantiga a Nuestra Señora con el libreto en latín y en náhuatl o en castellano, en náhuatl, en la lengua indígena. Para que luego hablen sobre la opresión a las culturas autóctonas. Que además es totalmente falso porque hay otros datos que revelan que, por ejemplo, la vida azteca antes de la llegada de los españoles y durante la llegada de los españoles que mejor los retrata, es un español Fray Bernardino de Sahagún. Entonces, lo único que tenemos que hacer los españoles es leer las crónicas.

–Pero también somos nosotros los que alimentamos la leyenda negra…

–Unos se apoyan en la leyenda negra por interés. La leyenda negra es útil para la gente que en este momento quiere desmembrar España. Entonces se apoyan en la leyenda negra, un pasado negro turbulento, porque les viene bien para sus actuales fines y otras personas, sencillamente por pereza, porque no quieren informarse, no quieren leer. Pero tenemos hoy una historia viva, apasionante, que descubrir.

Yo creo que en su principio la gente se quedó muy sorprendida con todo esto, porque sí, precisamente ha habido alguien que ha sido absolutamente indigenista, pero en el sentido absolutamente positivo de defender a los indígenas, de darles educación, de darles sanidad, de darles proyectos, de darles vida, de darles trabajo fueron los españoles. Fíjese en un pequeño detalle. Cuando llegan los españoles, las mercaderías, las mercancías iban siempre a espaldas de los famosos tamemes –se llamaban los portadores que iban doblados bajo unos pesos tremendos, que eso tendría que destrozar las espaldas–. Cuando llegan los españoles, que vienen ya con una cultura elevada de Europa, de una de las más elevadas de Europa, ya llevan el carro, los caballos, los bueyes, con lo cual las mercancías van a lomos de mulas o a en carros, con lo cual ya los pobres tamemes también se les ayuda un poco.

Otro personaje, por ejemplo, que ayuda a los indígenas extraordinariamente. Fray Junípero Serra. Fray Junípero Serra, en la misión Santa Bárbara, construye el acueducto que proporciona el agua para los regadíos y para las gentes. El acueducto que hizo Fray Junípero Serra funciona todavía. No es suficiente para lo que soy la población de la ciudad de Santa Bárbara, pero funciona. O sea que además eran buenos ingenieros y buenos científicos. Con lo cual, y esto además es lógico, porque ningún país que no tuviera una buena ciencia, una buena formación, unos buenos profesionales, un buen conocimiento de la mar, unos buenos cartógrafos, unos buenos geógrafos, hubiera podido hacer lo que hizo España.

El conseguir la vuelta del tornaviaje significó unir tres continentes

–En el libro también tiene una gran importancia el descubrimiento del tornaviaje. ¿Qué supondrá este hallazgo para la historia?

–Has mencionado uno de mis pasajes favoritos, porque ahí está todo, ahí está la empresa privada, están los descubrimientos, están las exploraciones... Es un mundo apasionante porque yo me imagino muchas veces a Andrés de Urdaneta, el padre agustino oteando en el Pacífico. Oteando los vientos, las mareas y estudiando el mar. Esa pasión por la mar, esa pasión por el Pacífico –que los españoles llamarán de una manera muy coloquial «el lago grande»–. Entonces hay ahí también empresa privada, porque Legazpi puso toda su fortuna en la expedición. Y sólo se enteró que le habían resarcido sus gastos. Cuando llegó la noticia a Manila, él ya había muerto de enfermedad. No le mataron como a Magallanes, ya había muerto de enfermedad, pero ya el saber que no estaba arruinado ya no le llegó, ya había muerto.

Entonces todos esos personajes que por la ciencia, por el descubrimiento, por el afán de saber, por el afán de un mundo desconocido, de abrir un mundo desconocido, a mí me parecen absolutamente admirables. ¿Y qué significó para el mundo? Significó algo extraordinario el tornaviaje, el conseguir la vuelta del tornaviaje por la por la corriente del Kuro-Shivo, significó unir tres continentes. Y nada menos que la acuñación de moneda en China se hace con la plata española. Pero también hay un dato ahí de leyenda negra. Se dice que España trajo en cantidades fabulosas de oro y de plata a la península para gastarlo la corona y tal y cual. Cuando yo estaba precisamente documentándome para escribir este libro, me encontré con un dato interesantísimo. En los siglos XVI y XVII, sólo el 11% de las riquezas fabulosas que se dicen de las Indias llegaban a la Corona. ¿Qué pasaba con el resto de lo que queda del 11%? Pues todo aquel que haya viajado por América se lo encontrará en las universidades, los caminos, las obras de ingeniería, las ciudades, los hospitales, los colegios de mujeres, los colegios de hombres... Ahí está; aquel que viaje ve que lo que queda, el 89% restante está en América.

–Algo característico del Nuevo Mundo fue el mestizaje. Hace poco, Antonio Pérez Henares decía rotundamente que Imperio español era mestizaje...

–Sin duda ninguna. Y además tiene su razón. Mientras los otros países han sido mucho más racistas –hay que decirlo– España romaniza América, porque lleva la estructura del Imperio romano, la lleva a América: la administración, la polis, las ciudades, las leyes son de origen romano que España lleva a América. Y toda esa mezcla de romanos, cartagineses, árabes, judíos –con grandes cabezas y grandes personalidades, tanto entre los judíos como entre los musulmanes. No lo olvidemos–. Toda esa convivencia con gentes diferentes hace que el español, cuando vaya a América, cuando vaya a Indias, le parece lo más normal del mundo casarse con mujeres nativas o a los nativos casarse con mujeres europeas. Y es lo más normal porque es lo que han vivido. Entonces, estoy de acuerdo. El mestizaje es la base de todo lo que fue ultramar. Porque ultramar no, no comprende todo, no comprende sólo Nueva España. Ultramar es todo. Es todo, los dos continentes.

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