El coche con infinitos fallos y averías pero que todo el mundo compra

Se trata de un fenómeno poco conocido, pero hay determinadas marcas que son capaces de alcanzar un posicionamiento muy por encima del que le correspondería en el mercado. Marcas que parecen estar por encima del bien y del mal.

Se trata de un fenómeno estudiado en las escuelas de marketing y denominado efecto globo. Estas firmas suelen marcar un antes y un después dentro del sector al que llegan, provocando una disrupción y un cambio de modelo de toda la competencia.

Efecto globo

Ya lo hizo Apple en el año 2007 con el iPhone, uno de los primeros terminales sin teclado y con una gran pantalla táctil que sus rivales no supieron ver como un peligro. Simultáneamente lo reprodujo Tesla con el Roadster de 2007, un coche eléctrico con aspiraciones de comercialización globales que llegó en un momento en el que la competencia se debatía entre los motores diésel y de gasolina.

Son marcas que viven al margen de las grandes campañas de publicidad, al menos Tesla, y que en muchos casos son capaces de sobreponerse a verdaderos problemas de imagen provocados por averías muy serias y problemas de calidad sin mover un dedo.

Sin comunicación

De hecho, recientemente Tesla decidió desmontar todo el departamento de comunicación en los Estados Unidos, algo muy difícil de explicar para un coche que no sólo es líder entre sus equivalentes en el mercado norteamericano, sino que en Europa el Model Y se posiciona como el modelo más vendido en el mes de febrero gracias a la Gigafactoría de Berlín, con capacidad para producir 4.000 unidades diarias, más de 200.000 al año.

Es como si los compradores fueran impermeables ante problemas de calidad muy serios y muy concretos, como las miles de unidades del Model Y en los Estados Unidos a las que se les desprendía el volante en movimiento.

Mal pintado

Sin dejar de lado los desperfectos en la pintura del Model 3, con miles de unidades acabados de manera lamentable e incluso los problemas de ajustes de las planchas de la carrocería, que provocan que al cerrar la puerta quepa un dedo, literalmente, en la ranura que queda.

Se trata de defectos que serían inconcebibles e imperdonables para cualquier otro fabricante del mundo, ya sea generalista o premium y que en el caso de Tesla se tratan con total indulgencia.

Basta con hacer una búsqueda en Internet para encontrarse con decenas de noticias de Tesla que salen ardiendo de manera espontánea o de atropellos, accidentes y fallecidos que llegan de la mano de su deficiente sistema de conducción autónoma, pero siempre sin consecuencias.

Si crees que lo has visto todo...

Para rizar el rizo, hace sólo unos días se conoció la información de que los empleados de la marca en los Estados Unidos compartían y veían en grupo imágenes privadas grabadas por los complejos sistemas de cámaras con las que cuentan los coches.

Los Tesla disponen de ocho cámaras mediante las cuales graban todo lo que ocurre fuera en 360 grados y todo lo que ocurre dentro del coche, de manera que los empleados compartieron imágenes en las que se veía desde el atropello de un niño hasta desnudos, sin dejar de lado el contenido de los garajes de decenas de propietarios. Incluido el del propio Elon Musk, en que pudieron ver el Lotus Sprit sumergible de la película de James Bond La Espía que me Amó que guarda con celo.