Emiliano García-Page se declara un aficionado de la conducción
Curioso
La proeza al volante de García-Page: de Toledo a Francia en 4 horas... ni a 200 km/h
Emiliano García-Page desveló sus mayores proezas al volante, alguna de ellas rozando el delito contra la seguridad vial
Durante una reciente entrevista televisiva el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha explicó que una de sus mayores aficiones era viajar en coche, simplemente viajar sin más.
Así contaba que el domingo anterior se había ido en coche a comer a Almería para volver a su casa en Toledo después de almorzar, una proeza para cualquier conductor porque estamos hablando de que según Google Maps un viaje Madrid-Mojacar son 540 kilómetros por trayecto y unas 5 horas a velocidad legal.
Madrid-Almería-Madrid
Esto quiere decir que habría conducido durante un mínimo de 10 horas más las cinco paradas legales que debería haber hecho cada dos horas.
Page durante un momento de la entrevista
Page explicó también que una de sus mayores proezas al volante había sido ir a Burdeos conduciendo su coche, en este caso 757 kilómetros desde Toledo.
Toledo-Bayona: 4 horas
La serie de hazañas al volante acababa con una difícil de creer, en este caso Page puso como ejemplo que la frontera con Francia está relativamente cerca de Toledo, una distancia que podría cubrir en 4 horas.
Si las matemáticas ni Google Maps mienten hablamos de 579 kilómetros, lo que significa que debería viajar a una media de 144 kilómetros por hora, una velocidad realmente elevada que significa mantener puntas por encima de los 180 kilómetros hora y cercanas a los 200 km/h para lograr que salga esta media... y ni así porque deberíamos para a repostar por el camino.
¿Page exageró un poco cuando habló de sus capacidades al volante?
Para hacernos una idea el Rally Dakar suele cerrarse con una velocidad media entre los 130 y los 140 kilómetros/hora. Suponemos que a su compañero de partido Pere Navarro, director general de la DGT, no le deben haber gustado nada las declaraciones al volante de Emiliano García-Page.
De ser ciertas podríamos hablar de verdaderas barbaridades al volante que a día de hoy basta salir a carretera para comprobar que afortunadamente nadie comete.
