La presión es clave en el rendimiento de los neumáticos

La presión es clave en el rendimiento de los neumáticos

Práctico

El truco de los mecánicos para que los neumáticos de tu coche agarren mejor cuando llueve

Aunque no sea muy popular, un pequeño cambio en los neumáticos puede mejorar mucho su comportamiento en los días de lluvia

Es importante tener en cuenta que el único contacto que existe entre un coche y el suelo son los centímetros cuadrados de goma de los neumáticos que ‘tocan’ el asfalto. De ellos depende tanto el empuje y la tracción del coche como la dirección.

Cuando estos centímetros de goma fallan se produce la temida pérdida de control, que habitualmente termina con una salida de la carretera o un accidente. Más allá de la marca y la calidad de los neumáticos hay algo importantísimo que influye sobre su rendimiento: la presión de los mismos.

La presión manda

Tras semanas de lluvias en España, miles de conductores han tomado conciencia de la importancia de los neumáticos, de los que, como ya hemos dicho, depende tanto la tracción como la dirección del vehículo.

Esta etiqueta indica la presión que deben tener los neumáticos

Esta etiqueta indica la presión que deben tener los neumáticos

En este caso hay una serie de trucos de mecánico que pese a no ser muy populares nos ayudan a mejorar el comportamiento de los coches.

Ojo a la presión

Para empezar conviene decir que lo recomendable es mantener siempre en los neumáticos la presión recomendada por el fabricante, que está disponible tanto en el libro de instrucciones como en el marco de la puerta o la tapa del depósito de combustible.

Más allá, es importante saber que los mecánicos recomiendan subir ligeramente la presión de los neumáticos cuando ha llovido mucho, para evitar de esta manera el temido aquaplaning.

Cuando hay charcos lo mejor es subir ligeramente la presión

Cuando hay charcos lo mejor es subir ligeramente la presión

Se trata de un fenómeno que ocurre cuando hay balsas de agua en la carretera, al inflar los neumáticos 0,5 bares de más logramos que la zona de contacto con el agua sea más pequeña, pues tan sólo toca la parte central del neumático con el asfalto. De esta manera se evita que los neumáticos ‘floten’ y se produzca el temido aquaplaning.

De la misma forma, cuando ha llovido poco o está empezando a llover, lo recomendable es bajar ligeramente la presión, para aumentar la superficie de contacto con el asfalto. En cualquier caso y genéricamente la mejor recomendación es mantener siempre la presión establecida en origen por el fabricante.

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