Turquía y Marruecos esperan un paso en falso de España para arrebatarnos producción de coches

Hace sólo unos meses saltaba a los medios la noticia de que Marruecos había arrebatado a España la fabricación del Citroën C4, un modelo que se fabrica en exclusiva en la planta de Villaverde de Stellantis.

No se trata de un drama para la planta española pues a las pocas horas llegaba la confirmación de que Villaverde produciría otro modelo, pero es un detalle muy revelador de lo que le está ocurriendo a la industria española y europea del automóvil.

A rey muerto...

A día de hoy los costes de producción son clave para la elección del lugar de fabricación de un determinado modelo y obviamente Marruecos, donde un operario no pasa de 600 euros al mes, se trata de un destino ‘paradisíaco’ para muchos fabricantes hoy en día. Es cierto que este cambio no debería afectar a la planta española pero tampoco es plato de buen gusto que te quiten la producción de un superventas a cambio de un coche cuyo éxito está por ver.

Se trata de un ejemplo de cómo Marruecos y Turquía se están postulando como relevo natural para los fabricantes que producen en Europa, el Viejo Continente se ha convertido en un lugar caro y muy problemático para fabricar cualquier cosa por tres vectores básicos.

Los problemas de producir en Europa

Por un lado los costes laborales están disparados, como hemos dicho un operario turco o marroquí cobra menos de la mitad. El segundo de los vectores es el coste de la energía, España es un auténtico privilegiado en este aspecto por sus recursos inagotables en energías renovables (solar y eólica), nada diferente a lo que puede ofrecer Marruecos, el último de los vectores es la legislación medioambiental.

Lógicamente al producir en Europa los fabricantes deben ceñirse a una legislación muy restrictiva en materia de emisiones, algo que por el momento es mucho más laxo tanto en Turquía como en Marruecos.

Las cosas son aún más preocupantes si analizamos el volumen de producción, Turquía fabricó el año pasado casi 1,5 millones de automóviles, cifra ligeramente superior a la del año pasado, una cifra que se acerca peligrosamente a los 2,3 millones de unidades que facturó España en 2024.

Turquía pisa el acelerador

La producción de Marruecos, por su parte, crece a un ritmo superior al 12 % anual, alcanzando el año pasado el medio millón de unidades, ya es el país de África que más coches produce.

España ha caído del octavo al noveno puesto como productor de coches a nivel mundial desbancado por Brasil, mientras que Turquía está en la posición 14 con tendencia ascendente,

En lo que llevamos de año el volumen de producción nacional ha caído más allá del 15 %, unos datos inquietantes, aunque conviene matizar que la industria española de automóviles está en plena reconversión de las fábricas para la producción de coches eléctricos, lo que en casi todos los casos ha supuesto la paralización de líneas de producción.

La realidad es que varias marcas chinas valoran ya fabricar coches en uno de estos dos países y sumarse a firmas como Ford, Toyota, Renault, Stellantis o Renault que ya producen en Turquía o Marruecos.