Los profesores de autoescuela son expertos en conducción

Los profesores de autoescuela son expertos en conducción

Seguridad vial

Un profesor de autoescuela explica el truco que da a sus alumnos para que aparquen siempre a la primera

Los consejos de los profesores son clave para que los alumnos consigan superar uno de los momentos más temidos por los aspirantes a conductor

El examen práctico de conducir es, de largo, la parte que más preocupa a los aspirantes a sacarse el carnet. En este prueba se reúnen todos los conocimientos automovilísticos del conductor, desde la parte práctica pura y dura hasta la más teórica, sin dejar de lado los nervios, que muy habitualmente nos juegan malas pasadas.

Una de las misiones más importantes de los profesores es dotar al alumno de recursos que le permitan hacer frente a los imprevistos y mostrar soltura al volante.

El carnet a la primera

Una de las partes más temidas del examen es el aparcamiento, se trata de una maniobra que exige cierta técnica y precisión en la ejecución, teniendo en cuenta además que lo habitual es que, para aparcar, sea necesario detener el tráfico de la carretera, y no es raro que alguno se ponga nervioso y toque el claxon.

La clave está en activar esta función de los retrovisores

La clave está en activar esta función de los retrovisores

De hecho para algunos conductores el mero hecho de encontrarse con un coche de autoescuela es más que suficiente para ponerse nervioso, pues lo consideran un estorbo con ruedas.

El retrovisor derecho

Tal y como explica el profesor, el retrovisor derecho de algunos coches, fundamentalmente aquellos en los que es eléctrico, incluye una función que le hace variar su ángulo para ‘enfocar’ en dirección al suelo cuando metemos la marcha atrás.

El retrovisor cambia su ángulo y enfoca al suelo

El retrovisor cambia su ángulo y enfoca al suelo

De esta manera resulta mucho más sencillo aparcar si controlamos la posición de la acera y de los otros coches que tenemos en paralelo. Posteriormente, cuando el coche detecta que hemos quitado la marcha atrás, el retrovisor vuelve a su posición inicial, lo que evita que tengamos que volver a colocarlo.

Esta función es automática, aunque en algunos coches está apagada y es necesario activarla mediante el pulsador que sirve para orientar los retrovisores. Una vez activa funciona sola cuando detecta que nos disponemos a aparcar y engranamos la marcha atrás del vehículo.

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