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HorizonteRamón Pérez-Maura

Un resultado de la moción de Vox

Creo que son muchos los españoles que están convencidos de que urge desalojar del poder a un presidente que, en manos de unos partidos que manifiestan sin pudor que quieren romper España, puede hacer un daño todavía mayor del que ya ha hecho

Actualizada 01:30

Agradecería mucho a los numerosos partidarios de Vox con los que tenemos la suerte de contar en El Debate como lectores el que, antes de empezar a descalificarme, lean estas líneas y les dediquen un minuto de reflexión. ABC publica regularmente los sondeos de opinión de Gad-3, el instituto demoscópico más riguroso del país y, en lo que yo puedo opinar, el de mayor acierto en sus predicciones. Porque, aunque José Félix Tezanos cobre de todos nosotros para decir que él no tiene por qué acertar los resultados de las encuestas electorales, cabe preguntarse por qué no tiene que acertar el CIS si una empresa privada, con mucho menos presupuesto, sí puede clavar los resultados.

ABC publicó ayer el primer sondeo electoral tras la moción de censura del pasado martes. El resultado es que ha cambiado muy poco el escenario. El PP oscila entre dos escaños más y dos menos de los que tenía en el sondeo de noviembre y el PSOE igual: dos más o dos menos de los que se le adjudicaban entonces. Como es lógico Vox puede ganar entre dos y cuatro escaños respecto a noviembre, pero quedándose muy por detrás de sus resultados del 10 de noviembre de 2019. Recordemos que Gad-3 fue el único instituto que aventuró la entrada con fuerza de Vox en el Parlamento de Andalucía en 2018. Y Podemos, según el mismo estudio, está muy rezagado respecto a las últimas elecciones y pasaría de 35 escaños a entre 18 y 20.

La pregunta, por tanto, es para qué ha servido esta moción de censura. En términos porcentuales y respecto del sondeo de noviembre de GAD-3 el PSOE ha ganado un 1 por ciento, mientras que el PP, desde julio de 2022 habría acumulado 4 puntos de pérdida. Y la moción de censura no le ha favorecido. La clave está en qué intenta hacer Sánchez para salvar su continuidad al frente del Gobierno. Todo indica, como ya hemos comentado, que el principal beneficiario de la moción de censura de Vox fue Yolanda Díaz. La vicepresidenta segunda del Gobierno está en ruta de colisión con Podemos –de donde procede– y en proceso de acercamiento con Más País (o Más Estado o Más Comuna o Más Lo Que Sea; que ya sabemos que jamás será Mas España). Pero de los bloques en que está dividida la izquierda, el Podemos de Pablo Iglesias sigue siendo el de mayor y mejor entendimiento con los nacionalistas e independentistas de variado pelaje pluriautonómico.

A estas alturas del partido, yo tengo la fundada esperanza de que la estrategia de Sánchez fracase por un elemento básico: un bloque de centroderecha con dos partidos y un bloque de izquierda con tres da una ventaja incuestionable a la primera opción. Máxime cuando hay en España un tercer bloque, el de los nacionalistas/independentistas que hoy se disputan el 90 por ciento de su voto con la izquierda, no con el centroderecha.

En este contexto, creo que son muchos los españoles que están convencidos de que urge desalojar del poder a un presidente que, en manos de unos partidos que manifiestan sin pudor que quieren romper España, puede hacer un daño todavía mayor del que ya ha hecho. Vox tiene un voto sólido. Y no tiene sentido que el Partido Popular intente competir por exactamente el mismo espacio político. Las dos últimas citas electorales relevantes han sido pruebas indiscutibles de que la estrategia que ha practicado el PP antes de la llegada de Feijóo es acertada. En Madrid casi duplicó su número de escaños en 2021 y en Andalucía en junio de 2022 el PP obtuvo una cómoda mayoría absoluta. Y todo eso lo hizo sin que Vox perdiera un solo escaño. Antes al contrario, ganando alguno en ambos escenarios. Es decir, lo que el votante de Vox tiene que entender es que sólo hay dos formas de echar del poder a Sánchez: o que PP y Vox se presenten juntos a las elecciones –algo me hace creer que Vox es poco partidario– o que el PP haga en toda España como en Andalucía y Madrid y robe votos a la izquierda. Los de Ciudadanos ya se los han quedado. Creo que la opción es evidente.

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