El zarzal
Unas fiestas de Bilbao no pueden ser prologadas públicamente por una estúpida sin alma que defiende, añora y reclama la libertad de los asesinos de miles de inocentes. Bilbao se deshonra con esta gentuza representando sus valores
Todos los apellidos vascos que principian en «itu», tienen que ver con la zarza o los zarzales. Lo más desagradable que se puede hallar entre los verdes prados, valles y montañas del norte de España. Hasta los jabalíes, tan protegidos por el escudo de su piel y su pelaje, abominan de las zarzas. Si durante un paseo senderista, un chancletas con pantalones pirata y camiseta con el rostro estampado del asesino Ché Guevara, se manifiesta cansado y se sienta sobre una zarza, es inmediatamente expulsado de la cuadrilla por tonto. Este año de 2024, el Ayuntamiento de Bilbao le ha encomendado a una zarza infecciosa que pronuncie el pregón de las fiestas de Bilbao, y el resultado ha sido el que cabía esperar, si bien la cadena SER, la de Prisa, ha resumido su contenido como «firme, emocionante y en 'euskera'», quizá por ignorancia. Cuando se escribe en español, el «euskera» sobra y demanda la voz «vascuence», que así se dice en el idioma común de 500 millones de hispanohablantes en el mundo, el idioma de los vascos.
La del pregón es una actriz que reclama la libertad de todos los asesinos de la ETA y ha sobrevivido gracias al papel que le han regalado en una serie de la que, sinceramente, no he visto ningún capítulo. Interpreta a una policía nacional, con centenares de ellos masacrados, torturados, y asesinados por sus añorados terroristas. Para colmo, los expertos en el «batúa», el nuevo idioma de los vascos creado artificialmente para que los vascos puedan hablarlo y entenderlo, y que es el resultado de una macedonia de sus siete dialectos y el español, como elemento predominante, opinan que Iciar –Itziar., Ituño, habla un batúa sólo comparable al español que usa Marisú Montero, la analfabeta folclórica que aplaude como las tontas cuando Pedro Sánchez miente en el Congreso de los Diputados. Mucha zarza para tan poquita cosa. Según don Isaac López Mendizábal, en su respetable obra Etimologías de Apellidos Vascos (Buenos Aires 1958) nos confirma que Ituño, en Marquina, significa Zarzal. Que Ituiño en Bilbao, significa Zarzal. Que Ituña, variante americana de Ituño, en Uruguay, Argentina, Paraguay, Venezuela y Colombia, significa zarzal. Y que, a falta de zarzas, también se traducen como zarzal, desde Itueta e Itulegui a Iturain e Iturralde. Más de cien apellidos vascos se traducen por zarzal, lo que da a entender la originalidad de tan extendido idioma en el mundo.
Miles de vascos con el zarzal a cuestas, no están para nada de acuerdo con las palabras de la Ituño. Más de 400.000 vascos, muchos de ellos de Bilbao, se han instalado en otras zonas de España, para seguir pensando y hablando en libertad –hasta ahora–, sin tener que pagar el fruto de su trabajo a cambio de sus vidas y sus haciendas. Y esos bilbaínos del éxodo, al leer el discurso de la zarza envenenada, muchos de ellos con padres, hermanos e hijos asesinados por la ETA de la Ituño, se habrán sentido muy poco representados por la supuesta actriz que sólo ha triunfado uniformada de policía nacional. En España, homenajear a los terroristas no sólo sale gratis, sino que, para mayor vergüenza, se remunera con generosidad.
El problema no está en la zarza, sino en las consecuencias de las heridas que produce. Unas fiestas de Bilbao no pueden ser prologadas públicamente por una estúpida sin alma que defiende, añora y reclama la libertad de los asesinos de miles de inocentes. Bilbao se deshonra con esta gentuza representando sus valores y su historia.
Hay mucha zarza buena que nada tiene que con las zarzas con coño de cianuro.