Fundado en 1910
Ojo avizorJuan Van-Halen

Cuidado Trump, Sánchez ataca

Pobre Sánchez, ignora que él para Trump no cuenta, y en nada influirá su diatriba en las políticas que se abrirán el próximo lunes. Para el mandatario norteamericano Sánchez no existe. Trump, y no soy ningún forofo del personaje, ganó unas elecciones y Sánchez no

Actualizada 01:30

En los años veinte y treinta del siglo pasado una de las habilidades más celebradas del espectáculo circense era el lanzamiento de cuchillos que exigía una extrema precisión tanto en el lanzador como en su compañera que esperaba el cuchillo, silueteando su cuerpo, ante un tablero de madera. Fueron celebres el lanzador Wally Shufflebottom por su tino y su sobrina Rosie Comer ante los cuchillos. Al ministro Urtasun le encandila el circo; lo prefirió al solemne acto de Notre Dame, pero desconocía que Sánchez también es aficionado. Urtasun es un entusiasta de los payasos y Sánchez del lanzamiento de cuchillos en el papel de Rosie Comer: recibiéndolos.

En la cumbre de los embajadores de España, Sánchez se postuló como oposición a Trump, contra la «internacional reaccionaria». Sánchez, presidente de la Internacional Socialista, parece buscar una especie de reedición de la Komintern, la vieja internacional comunista de nefasta memoria en España por su actuación en la Guerra Civil. De nuevo el muro entre los suyos y los demás. Se alinea no con Trump, Milei, Meloni, Netanyahu y Bukele sino con Maduro, Ortega, Díaz-Canel, Lula y Sheinbaum. El largo discurso de Sánchez (40 minutos) resultó de risa, de una gracia barata, pasto de humoristas. Creyente superlativo de sí mismo no se cortó en autoelogios. Pensará que Trump, si le ha llegado, se habrá manchado los pantalones de miedo. Sánchez, el implacable ignaro.

El presidente convirtió la convención diplomática en un mitin del PSOE que no olvidó el cincuentenario de la muerte de Franco. Se programará un homenaje a los diplomáticos antifranquistas. Despreció «el gasto en Defensa» y antepuso la «seguridad climática» a «reforzar arsenales» como piden EE. UU. y la OTAN. España es el país que menos invierte en Defensa, solo un 1,3% del PIB. Sánchez contradijo a la ministra Robles, que había insistido en un aumento «en el número de efectivos reforzando nuestras capacidades tecnológicas y de producción, fortaleciendo, de esa manera, nuestra base industrial y tecnológica de la Defensa».

Elogió Sánchez el «momento económico extraordinario» que gozamos, ofreciendo las cifras amañadas y ocultando las ciertas, como la deuda galopante, los impuestos agobiantes, el nivel bajo y la pobreza creciente de los españoles Y citó a «The Economist» pero no el artículo en que, hace tres meses, escribía sobre él: «se aferra al poder a costa de la democracia», «es un estratega astuto y despiadado», con referencias al caso Begoña, al pacto con los independentistas y a su ocupación de las instituciones, considerando su impuesta amnistía «una consecuencia de su obsesión por mantenerse en el poder».

El Rey en su ejemplar intervención defendió un mundo definido por el Derecho y no por la ley del más fuerte y el «respeto a sus valores y equilibrios como la tolerancia, el pluralismo, la separación de poderes, la trasparencia y la rendición de cuentas». Nada de eso enmarca la acción del Gobierno

Pobre Sánchez, ignora que él para Trump no cuenta, y en nada influirá su diatriba en las políticas que se abrirán el próximo lunes. Para el mandatario norteamericano Sánchez no existe. Trump, y no soy ningún forofo del personaje, ganó unas elecciones y Sánchez no. Trump aventajó en dos millones y medio de votos a Kamala (o camelo) Harris. Sánchez gobierna por cesiones vergonzosas y subastas de apoyos con pactos que había negado una y otra vez. Es un mentiroso convulsivo. Exigió su dimisión a Rajoy si no conseguía unos Presupuestos porque sin ellos no se podía gobernar y él sigue en el sillón sin Presupuestos. España, por desgracia, no es un referente de libertades y democracia; estamos cerca de ser el hazmerreír de Europa y del mundo, pero el «puto amo» (Puente dixit) no se entera, parece que vive en Babia. Resiste en una realidad inventada a su gusto.

Sánchez no puede poner un pie en la calle sin que le abucheen, y se permite atacar a Trump y aconsejar a la UE una respuesta coordinada a las políticas norteamericanas que, según él se acercan. Sánchez afirmó: «Redoblaremos nuestro compromiso con la democracia liberal, transparente e íntegra». No cree en ese compromiso. Y acaso su afirmación más sorprendente: «Europa tiene que despertar de una vez». La que parece dormida es España. Pero despertará. Cuidado Trump, Sánchez ataca y es un pobre pero malvado diablo.

Trump propone como embajador en Madrid al más anticomunista de sus colaboradores, Benjamín León, empresario nacido en Cuba y escapado de la dictadura de Castro a los dieciséis años. Sánchez, tómatelo con calma. Y cuidado con los cuchillos.

comentarios
tracking