Junts sabe que quien con niños se acuesta...
Sabemos que el Sánchez que dijo que en ningún caso trocearía el acuerdo, ha hecho exactamente eso. Probablemente porque por una vez le ha fallado el relato. Esa habilidad que tiene su partido para imponer un relato fabricado a base de mentiras esta vez les había salido mal
Es imposible saber hasta dónde puede llegar Pedro Sánchez. Somos conscientes de que es capaz de ir mucho más allá de cualquier lógica imaginable. Pero ayer dio un salto verdaderamente pasmoso. Cómo bien había dicho Núñez Feijóo, el presidente del Gobierno no tenía que buscar los votos debajo de las piedras —lo repitió seis veces intentando conseguir que lo aclamaran los diferentes delegados socialistas. Los votos los tenía que negociar en Suiza y el único objetivo era que le mantuvieran el sueldo, que es a lo que se reduce el afán de su Gobierno.
Cuando Junts planteó por primera vez que se sometiese a una moción de confianza, confieso haber dicho que si a cambio de eso le aprobaban los presupuestos seguro que él aceptaba el trueque. De ahí mi inmensa sorpresa cuando ayer a mediodía Junts anunció su acuerdo para la aprobación de una nueva versión del decreto incluyendo en el segundo punto del acuerdo el que «L’acord preveu la tramitació de la PNL sobre la qüestió de confiança demanada per Junts per Catalunya». Asumo que no es necesario traducirlo.
Cuando Sánchez salió en la rueda de Prensa del Consejo de Ministros a hacer su propio balance, el anuncio de Junts ya quedaba diluido porque el propio presidente del Gobierno, durante su comparecencia, lo dejó bastante claro: «El Gobierno no ve necesidad de hacerlo». No hará falta que aclare que los de Junts saben que quien con niños se acuesta se levanta… ¿Cuántas veces nos han dicho que Sánchez no tiene palabra y no se fían de él? Ahora tenemos que ver qué va primero: si la moción de confianza o la aprobación del decreto omnibús. Un poco más pequeño, pero todavía omnidecreto.
Sabemos que el Sánchez que dijo que en ningún caso trocearía el acuerdo, ha hecho exactamente eso. Probablemente porque por una vez le ha fallado el relato. Esa habilidad que tiene su partido para imponer un relato fabricado a base de mentiras esta vez les había salido mal. Porque lo de intentar convencer al electorado de que la bajada de las pensiones en febrero iba a ser culpa del PP porque no se había aprobado un decreto que se podía haber sometido a votación en noviembre no cuela. El Gobierno siempre tan sobrado. Al cierre de esta edición y falta de la publicación en el BOE no sabemos si también se ha incluido en el nuevo ómnibus el escándalo del palacete de la Avenue Marceau que no es la sede del Instituto Cervantes, como se ha dicho, sino la sede de la Biblioteca del Instituto Cervantes. Me imagino que el pelotazo se verá confirmado en el nuevo decreto porque no será Junts quien vote en contra por esa razón. Lo que me gustaría saber es por qué ningún partido —es decir, PP o Vox— han invocado la sentencia de la Justicia francesa a la que invocaron algunos vascos reclamando la propiedad de ese edificio contra el Reino de España. Más que nada, porque la Justicia de la República Francesa reconoció la propiedad al Reino de España. Y ya me imagino yo lo que han hecho con la sentencia los dirigentes del PNV.
