Los 12 problemas decisivos de España
España combina un coctel demográfico letal: más muertes que nacimientos desde 2015, que alcanzarán unas pérdidas de 100.000 personas este año. Esta dinámica negativa habrá reducido la población en más de 6 millones en 2060
1. La degradación de las instituciones del Estado. Cuando las instituciones pierden credibilidad, se vuelven ineficaces y sufren de anomia, la sociedad se encamina al naufragio. Es lo que sucede cuando se menosprecia a la Jefatura del Estado, se refleja en la arbitrariedad y desprestigio de la Fiscalía del Estado y el Tribunal Constitucional, con la supeditación del gobierno de los jueces al Poder Ejecutivo, en la conversión del Congreso en una dependencia de la Moncloa y culmina con una Presidencia del Gobierno que practica la dictadura de la mayoría y ejerce de regente del Reino. Esto conduce inexorablemente a instituciones excluyentes y ya explicaron Acemoglu y Robinson en Por qué fracasan los países sus consecuencias.
2. La partitocracia y la política como problema en lugar de solución. Todas las encuestas señalan a los partidos políticos como la institución peor valorada y la política como uno de los problemas de este país. ¿A dónde esperamos llegar si los instrumentos concebidos para construir el bien común resultan tan contrarios al fin que tienen asignado?
3. La transformación del Estado de derecho en un Estado de leyes, que se diferencia de aquel porque las leyes se aplican en función de quienes son los sujetos. Si los actos «injuriosos» afectan a las fuerzas gubernamentales y a sus lobbies sociales, son delitos de odio o manifestaciones fascistas, incluidos los que rezan en la calle. Si los afectados son todos los demás, entonces se trata de virtuosos ejercicios de libertad de expresión. Empezando por aquello tan poético de que «la única iglesia que ilumina es la que quema».
4. La gran masacre nunca examinada. La covid ha sido la masacre humana más grande desde la Guerra Civil. Las muertes oficiales se acercan a las 100.000, si bien los datos sobre exceso de mortalidad se sitúan entre los 113.000 y casi 122.000 muertos hasta diciembre del 2022; en cada manzana de Barcelona murieron 4 personas. A pesar de tamaño desastre, no se ha constituido una comisión independiente para estudiar las causas, no ha habido comisión parlamentaria de investigación, ni un Libro Blanco para examinar lo sucedido. Solo olvido interesado, culpable, cómplice y cero responsabilidades públicas. Es una herida en nuestra historia, la peor después de 1939. Mal anda una sociedad y sus gobiernos cuando huyen de enfrentarse a ella.
5. La crisis de población. España combina un coctel demográfico letal: más muertes que nacimientos desde 2015, que alcanzarán unas pérdidas de 100.000 personas este año. Esta dinámica negativa habrá reducido la población en más de 6 millones en 2060. Esto también significa el envejecimiento acelerado de la población, combinado con una gran inmigración y la pérdida de población cualificada que abandona España. Entre los años 2021 y 2022 emigraron unas 800.000 personas de elevada calificación, con una pérdida de 280.000 millones de euros en capital humano, el déficit vegetativo fue de casi 250.000 personas y llegaron cerca de 900.000 emigrantes, en su mayoría de reducido capital humano. El resultado es un desastre y por sí solo nos sitúa en modo de policrisis. La respuesta política es la nada y una bobalicona canción celebrando la inmigración.
6. El insuperable problema de la productividad española. Entre 2013 y 2022, la productividad ha disminuido en relación con la media europea y el Banco de España certifica que el crecimiento ha sido insuficiente en las últimas tres décadas. Esto se traduce en un retroceso de convergencia de renta con Europa. Entre 2010 y 2021 se han perdido 9 puntos, pasando del 93 por ciento al 84 por ciento de la renta de la Unión Europea (renta per cápita UE=100), siendo superados por Lituania, Malta, la República Checa, Eslovenia y Estonia. Hemos retrocedido al lugar 18 sobre el total de 27 países de la UE. Y nuestros gobernantes siguen sacando pecho de este rodar por la pendiente, que continuará si no se remedia el problema de la deficiente productividad, especialmente la del total de los factores (PTF). Que el PIB crezca por efecto de la emigración no significa nada bueno, si el pastel a repartir es menor porque aumenta todavía más en número de comensales. Ese es el actual modelo español de crecimiento.
Y en la próxima ocasión, los seis problemas clave restantes.
Feliz 2024, de verdad.
- Josep Miró i Ardèvol es presidente de e-Cristians