¿Por qué coincide este año el 24 de diciembre con el último domingo de Adviento?

El Adviento es el tiempo litúrgico que precede a la Navidad, en el que los cristianos se preparan para celebrar el nacimiento de Jesús, tiene una duración variable, según el año, de entre 21 y 28 días, y se divide en cuatro semanas o domingos.

El primer domingo de Adviento se celebra el domingo más cercano al 30 de noviembre, día de San Andrés, y el último domingo de Adviento coincide siempre con el 24 de diciembre, víspera de Navidad. Sin embargo, esto no significa que el 24 de diciembre sea siempre domingo, sino que depende del calendario.

Este año, el 24 de diciembre cae en domingo, lo que implica que el Adviento tiene la duración mínima posible de 22 días. Esto se debe a que el 30 de noviembre de este año fue jueves, y por tanto el primer domingo de Adviento fue el 3 de diciembre. Así, el cuarto domingo de Adviento coincide con el 24 de diciembre, que es también la fecha en que se celebra la Misa de la Vigilia de la Natividad del Señor.

Esta coincidencia no es muy frecuente, y solo se da cada seis o siete años. La última vez que ocurrió fue en 2017, y la próxima será en 2028. Esto supone un reto para los fieles, que deben cumplir con el precepto de asistir a la Misa tanto el domingo como el lunes, que es la solemnidad de la Natividad. Para facilitar el cumplimiento del precepto, la Iglesia permite adelantar la Misa del domingo al sábado por la tarde, o la Misa de la Natividad al domingo por la tarde.

El Adviento es un tiempo de espera, de conversión y de esperanza, en el que los cristianos se disponen a acoger al Salvador que viene. La Corona de Adviento, con sus cuatro velas, simboliza el paso de las tinieblas a la luz, y el aumento de la alegría a medida que se acerca la Navidad. Cada domingo se enciende una vela, que representa una virtud o un aspecto de la preparación: la esperanza, la fe, la alegría y el amor.

Este año, al coincidir el último domingo de Adviento con el 24 de diciembre, solo se encenderá la cuarta vela por unas horas, hasta que comience la celebración de la Natividad. Esto nos recuerda que el Adviento es un tiempo que culmina en la Navidad, y que la luz de Cristo es la que ilumina nuestra vida.