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Retrato de Martín Lutero

¿Está la Iglesia católica alemana al borde del cisma?

El interrogante tiene un impacto emotivo brutal: trae a la memoria irremediablemente el cisma originado por Martín Lutero en el siglo XVI, dividiendo en dos al Occidente cristiano entre protestantes y católicos

¿Estallará un cisma en el seno de la Iglesia católica en Alemania? Esta es la pregunta que muchos se plantean al leer en las conclusiones que ha votado el Camino sinodal de ese país, un proceso que ha durado tres años y medio, y que ha concluido el pasado 11 de marzo, en Frankfurt.

El interrogante tiene un impacto emotivo brutal: trae a la memoria irremediablemente el cisma originado por Martín Lutero en el siglo XVI, dividiendo en dos al Occidente cristiano entre protestantes y católicos, con consecuencias no solo religiosas, sino también políticas y culturales decisivas para la historia de la Humanidad.

Concluido el Camino Sinodal alemán, ahora surgen mil preguntas. El Debate ha respondido a las más destacadas, entrevistando tanto a los organizadores de este proceso en Alemania como a representantes del Vaticano.

¿Cómo surge el Camino sinodal?

Las últimas décadas han estado caracterizadas por profundas divisiones de carácter teológico y pastoral entre las clásicas posiciones «progresistas» o «conservadoras» (perdone el lector la simplificación), dentro del episcopado alemán, así como entre las comunidades eclesiales.

En medio de ese debate, en septiembre de 2018, se hizo público el Estudio MHG (por las universidades que participaron en su elaboración: Mannheim, Heidelberg y Giessen), encargado por la Conferencia Episcopal Alemana; reveló que, entre 1946 y 2014, 3.677 menores habrían sido víctimas de abusos sexuales de diverso grado por parte de 1.670 clérigos.

La publicación del estudio supuso un auténtico shock. Como respuesta, la Conferencia Episcopal Alemana y el Comité Central de los Católicos Alemanes, unión de representantes de los consejos diocesanos y las asociaciones católicas, tomaron una decisión sin precedentes: convocar los estados generales del catolicismo alemán con la fórmula del «Camino sinodal».

¿Qué es el Camino sinodal y qué autoridad tiene?

No es un Sínodo de obispos, asamblea en la que no tienen voto los laicos y está claramente definida por el derecho canónico. Para dar voz a los laicos, se decidió crear el Camino sinodal, un nuevo formato que no está definido por el derecho canónico. De este modo, su dinámica podía ser inventada y sus conclusiones carecen de carácter vinculante. Dependen de la voluntad y autoridad de quien las quiera aplicar, en particular, del obispo de cada diócesis.

¿Quiénes participan en el Camino sinodal?

La Asamblea Sinodal es el órgano supremo del Camino sinodal, que toma las decisiones. En ella, participan los miembros de la Conferencia Episcopal Alemana, 69 miembros del Comité Central de los Católicos Alemanes, así como otros representantes de instituciones católicas. En total, la Asamblea Sinodal está formada por 230 personas.

¿Qué se ha votado en el Camino sinodal?

Estos son los textos que ha aprobado la Asamblea Sinodal con una clara mayoría, a menudo superior al 90 %.

  • Propone que los laicos (hombres y mujeres) prediquen la homilía en misa. La medida se puso en práctica en la misa de clausura de la asamblea. Se propone que laicos celebren bautismos, dispensen el sacramento de la Unción de los Enfermos, y reciban las promesas en el sacramento del Matrimonio. El texto inicial preveía que los laicos pudieran confesar, como parte de un proceso de orientación espiritual, pero los obispos bloquearon este punto.

  • Se propone la bendición de parejas del mismo sexo y divorciadas. Se plantea un periodo de prueba, de tres años, pero se pide comenzar a impartir estas bendiciones una vez que la Conferencia Episcopal Alemana haya establecido el texto oficial de la oración de bendición.

  • Abusos sexuales en la Iglesia: se pide a los obispos que elaboren un «código de disciplina» para sacerdotes. El documento crea la figura de una «persona de control», que debería asegurar el seguimiento de los sacerdotes «denunciados» o implicados, para verificar, por ejemplo, que siguen la terapia o que no cambien de diócesis. El texto prevé importantes inversiones en prevención.

  • Abusos de poder contra mujeres en la Iglesia. Pide que se tomen medidas para un mejor reconocimiento de los abusos espirituales y sexuales de los adultos, y en particular de las mujeres.

  • «Gestionar la diversidad sexual». Pide ser más inclusivos en la Iglesia con las personas transexuales e intersexuales y elegir la opción «diverso» como género en los registros de bautismo. También se propone permitir el cambio posterior de género en los mismos registros.

  • La asamblea pide al Papa permitir el diaconado femenino. Los obispos consiguieron convencer a los participantes para que modificaran la parte en la que se pedía también ordenar sacerdotes a mujeres.

¿Se aplicarán las propuestas del Camino sinodal?

Depende de los propios obispos alemanes. La mayoría ha afirmado que considera estos documentos como una «hoja de ruta» para los próximos años.

Algunos obispos de diócesis como Ratisbona, Passau o Colonia, han manifestado su oposición a conclusiones del Camino sinodal, motivo por el cual se piensa que no pretenden aplicarlas.

¿Qué hará el Vaticano?

Una carta enviada en enero por tres cardenales, representantes de la Santa Sede, aprobada por el Papa, establece que el Camino sinodal no puede imponer a un obispo medidas que no comparte, pues él es el único pastor de la diócesis (El Vaticano, contra el desafío que plantea la Iglesia alemana).

El Papa Francisco ha manifestado en varias ocasiones su oposición a algunas de las propuestas que promueve esa asamblea. Es conocido su comentario irónico: «Ya hay una muy buena Iglesia evangélica en Alemania. No necesitamos dos».

Tras la conclusión del Camino; el 13 de marzo, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Papa Francisco, ha constatado diplomáticamente: «El Camino sinodal toma decisiones que no corresponden exactamente con la doctrina actual de la Iglesia».

Para los promotores del Camino sinodal alemán, el futuro ahora depende del Sínodo mundial sobre el futuro de la Iglesia, que tiene sus dos grandes etapas en el Vaticano, en octubre de 2023 y 2024. Su impacto dependerá de la escucha que el Sínodo de los Obispos preste a estas reivindicaciones.

¿Habrá cisma?

Obviamente no se puede responder de manera categórica, pues en el futuro puede pasar de todo. El Camino sinodal no ha podido imponer medidas que rompan de manera abierta la comunión con Roma por falta de autoridad.

En general, todos los representantes del Camino sinodal consultados por El Debate han manifestado repetida y abiertamente la voluntad de evitar un cisma abierto con Roma.

Ahora bien, los observadores constatan desde hace años, en algunos sectores eclesiales de Alemania, un cisma implícito, no declarado, pues se han adoptado posiciones en materia litúrgica, teológica o moral en abierta oposición a Roma.

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