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Gendarmes stand near the entrance of Pope Francis residence Santa Marta in the Vatican on the day he will be discharged from the Gemelli hospital following a five weeks hospitalization for pneumonia, on March 23, 2025. Pope Francis is to leave hospital todayand return to his residence in the Vatican, where he is to spend "at least two months" recovering, one of his doctors announced during a press conference on March 22, 2025. (Photo by Alberto PIZZOLI / AFP)

Gendarmes junto a la entrada de la residencia Santa Marta del Papa Francisco en el VaticanoAFP

Radiografía de la Casa Santa Marta: donde reza, descansa y gobierna el Papa

Francisco ha dejado claro que su elección de residencia no es solo una cuestión de gustos, sino una necesidad vital. Como él mismo lo expresó: «Necesito vivir entre la gente, por razones psiquiátricas»

Desde su elección como obispo de Roma, Francisco decidió alejarse de los tradicionales protocolos vaticanos, y una de sus decisiones más simbólicas fue la de cuál sería su nueva residencia: la Casa de Santa Marta. En lugar del histórico Palacio Apostólico, donde vivieron sus predecesores, el Papa optó por una vida más 'a pie de calle' a pocos pasos del bullicio de la Plaza de San Pedro.

Cuando monseñor Georg Gänswein, ex secretario de Benedicto XVI, le mostró el apartamento en el Palacio Apostólico en marzo de 2013, nunca imaginó la respuesta del nuevo Pontífice. Según cuenta Gänswein en su libro Nada más que la verdad, «Le mostré cómo estaban dispuestas las habitaciones... y le dije que no tendría problemas para mudarse de la Casa Santa Marta».

Pero el Papa, fiel a su estilo, expresó dudas y confesó una sensación incómoda: «Normalmente duermo profundamente, pero la noche después de ver el apartamento dormí muy mal». Una señal clara para el Papa argentino de que la vida en espacios tan grandes no era lo suyo.

En palabras del propio Pontífice en un encuentro con estudiantes de las escuelas de los jesuitas de Italia y Albania de hace años: «Para mí es un problema de personalidad: eso es todo. Necesito vivir entre la gente, y si viviera solo, tal vez un poco aislado, no me haría ningún bien. Un profesor me hizo esta pregunta: '¿Por qué no te vas a vivir allá?' [Al Palacio Apostólico]. Le respondí: Escúcheme, profesor: por motivos psiquiátricos».

El Papa Francisco, durante una audiencia en Santa Marta con Edith Bruck, poeta italiana de origen húngaro y sobreviviente del Holocausto

El Papa Francisco, durante una audiencia en Santa Marta con Edith Bruck, poeta italiana de origen húngaro y sobreviviente del HolocaustoAFP

Una casa con la personalidad de Francisco

La Casa Santa Marta, o Domus Sanctae Marthae, fue mandada construir en 1996 por el Papa san Juan Pablo II con la finalidad de proporcionar un lugar de alojamiento para los cardenales y prelados que visitaban Roma, especialmente durante el Cónclave.

Con sus 106 suites y 22 habitaciones individuales, el edificio es de una modernidad discreta, que destaca por su funcionalidad. Aunque su estructura puede recordar a la de un hotel, a diferencia del Palacio Apostólico, Santa Marta es un espacio más accesible, una residencia que, en cierta forma, refleja el estilo personal de Francisco.

El Papa, oficiando misa en la capilla de Santa Marta el 10 de marzo de 202, en los primeros días de la pandemia

El Papa, oficiando misa en la capilla de Santa Marta el 10 de marzo de 202, en los primeros días de la pandemiaAFP

Además, lo que ha quedado claro durante estos 12 años de pontificado es que el Santo Padre es una persona bastante 'casera'. Rara vez sale de la residencia por períodos largos, salvo en sus viajes apostólicos. Desde su elección como Papa el 13 de marzo de 2013, por ejemplo, decidió no trasladarse a Castelgandolfo durante el verano, como lo hacían otros pontífices para escapar del calor de Roma. En su lugar, prefiere permanecer en su residencia habitual y reducir la intensidad de su agenda, suspendiendo las audiencias generales y otros actos públicos.

En una rueda de prensa en el vuelo Corea-Roma en 2014, el Papa habló sobre su forma de descansar. Al responder a una pregunta sobre sus vacaciones, afirmó: «Acabo de tener vacaciones, en casa, como suelo hacer normalmente, porque… Una vez leí un libro, interesante, titulado: Alégrate de ser neurótico. También yo tengo algunas neurosis [...] Una de estas neurosis es que me apego quizás demasiado al hábitat».

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Una de las habitaciones de Casa Santa Marta, sencilla y similar a la que ocupa el Papaschoenstatt.org

Y añadió: «En 1975 fue la última vez que me fui de vacaciones fuera de Buenos Aires. Desde entonces, siempre me tomo vacaciones –¡de verdad!–, pero en el hábitat: cambio de ritmo. Duermo más, leo lo que me gusta, escucho música, rezo más… Y así descanso. En julio y parte de agosto, he hecho esto y me ha venido bien».

Santa Marta: clave en la recuperación del Papa

Es una preferencia que se refuerza con su reciente regreso a la Casa Santa Marta después de 38 días de hospitalización en el Gemelli. Según explicaron sus médicos en la última rueda de prensa, «el hospital es el peor sitio donde estar, porque es donde se pueden coger más infecciones», lo que hace que su vuelta a la residencia sea clave para su rehabilitación. «Hay una parte importante del proceso de recuperación que se hace en casa», aseguraron, destacando la importancia de este entorno familiar y tranquilo para su recuperación.

El segundo piso de la Casa Santa Marta está reservado en su totalidad para el Papa Francisco, incluyendo su alojamiento en la suite 201, sus espacios de trabajo y las áreas destinadas a sus colaboradores más cercanos. Según su médico, Luigi Carbone, se ha evaluado cuidadosamente la situación y las necesidades del Santo Padre, y «todo está dispuesto» para que continúe su convalecencia en este espacio.

El Pontífice continuará allí con su tratamiento farmacológico y sus terapias físicas y respiratorias, bajo supervisión médica permanente. De momento, para cualquier emergencia, será suficiente con el «servicio de salud e higiene 24 horas» del Vaticano.

Una rutina que necesita cambiar

En la Casa Santa Marta, el Papa cuenta con una habitación sencilla y un estudio contiguo, pero también con espacios adecuados para recibir visitas. Aunque muchas de sus audiencias privadas se celebran en el Palacio Apostólico, Santa Marta ha sido testigo de encuentros poco convencionales, como el que tuvo con el magnate Elon Musk y algunos de sus hijos, o incluso con su heladero de confianza, quien, logró visitarlo con su familia tras una espera prolongada.

El Papa Francisco con Sebastián Padrón, su mujer Silvia y sus hijos Maite y Luca

El Papa Francisco con Sebastián Padrón, 'el heladero del Papa', su mujer Silvia y sus hijos Maite y Luca

Desde el inicio de su pontificado, Francisco ha seguido una rutina austera y estructurada. En sus primeros años en la Casa Santa Marta, su jornada comenzaba a las 4:45 de la mañana con meditación y oración, seguida de la Misa a las 7:00. Ahora, tras su convalecencia, su ritmo diario ha cambiado de forma natural. Su recuperación exige un nivel muy reducido de actividad, por lo que las audiencias y gran parte de su labor se canalizará a través de sus colaboradores más cercanos.

Aunque los avances han sido notables, los médicos insisten en la necesidad de «un adecuado periodo de reposo». La recuperación avanza, pero el regreso a su agenda habitual será progresivo. «Esperemos que pueda retomarla completamente, pero por ahora no puede reincorporarse al trabajo con el mismo ritmo de antes», señalan los especialistas.

Según su equipo médico, «las infecciones más graves se han resuelto y otras se han reducido», aunque persisten algunos focos de infección menores. No hay indicios de neumonía bilateral, lo que representa un progreso significativo. Ahora, el desafío es recuperar fuerzas y estabilidad antes de retomar su actividad habitual.

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