El plato típico que una nutricionista no te recomienda comer
La espinaca es una verdura muy popular que se utiliza en casi todas las cocinas del mundo. Su característico sabor amargo las convierte en un plato que te encanta o lo odias pero lo que nadie discute son los muchos beneficios para la salud, desde ayudar a controlar la presión arterial hasta mejorar la piel. Sin embargo, para hacerlas más agradables al paladar, sobre todo el infantil, es frecuente combinarlas con alguna crema de leche o nata.
Sobre esta forma de cocinar las espinacas la nutricionista Júlia Farré explica en su cuenta de Instagram, por qué es una mala idea las espinacas a la crema (de leche o nata).
Farré explica que, al igual que hay combinaciones de alimentos ganadores, es decir, qué potencia la absorción de nutrientes, hay otras combinaciones que lo que hacen es competir los nutrientes entre ellos y hacer que el resultado sea un plato menos nutritivo: «Justamente de esto te quiero hablar hoy. Hay un plato que todos hemos comido en nuestra infancia y aunque de sabor está muy rico, a nivel nutricional no es nada aconsejable porque, por un lado tenemos un alimento muy rico en calcio y por otro, un alimento que aporta hierro y oxalatos. El calcio va a hacer que no sea asimile el hierro y los oxalatos van a hacer que no se asimile calcio, así que es una combinación que no aconsejo para nada».
Qué aportan las espinacas
Las espinacas son una fuente de nutrientes baja en calorías y grasas. Dos tercios de taza (100 gramos) de espinaca cruda tienen 23 calorías, 3,6 gramos de carbohidratos , 3 gramos de proteínas y cero colesterol o grasa . En cuanto a nutrientes, aportan vitamina K, A, C, B6, E, hierro, folato, manganeso o potasio. Además, la espinaca tiene una variedad de antioxidantes, incluidos carotenoides como el betacaroteno y la luteína.