Incontinencia urinaria: causas, prevención y tratamientos efectivos

La incontinencia urinaria afecta alrededor de 6,5 millones de personas en España, según datos de la Asociación Española de Urología, y tiene consecuencias físicas, psicosociales y económicas que impiden la plena participación en la sociedad.

Con una prevalencia global en nuestro país del 24 % en la mujer y 7 % en el hombre, aumentando con la edad hasta el 50 % y 29 % respectivamente, supera en número de afectados a otras patologías mucho más conocidas como la diabetes, la artrosis o la osteoporosis. Sin embargo, sigue estando infradiagnosticada, e infratratada.

Desde la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), la doctora Soraya Hijazi subraya la necesidad de visibilizar esta afección y sus tratamientos: «Es fundamental que las personas sepan que la incontinencia urinaria no debe considerarse una consecuencia inevitable del envejecimiento o de procesos como el parto o la menopausia. Existen opciones terapéuticas eficaces que pueden mejorar significativamente la calidad de vida», señala.

Por su parte, el Dr. José Miguel Gómez de Vicente, del Servicio de Urología del Hospital Universitario La Paz explica: «Es fundamental que los pacientes sepan identificar sus síntomas, confíen en acudir al médico, y que sepan que existen tratamientos que pueden ayudarles a recuperar su calidad de vida».

Tipos de incontinencia

Esta patología puede tener diferentes orígenes, habiéndose identificado principalmente tres tipos:

1. Incontinencia urinaria de esfuerzo, que ocurre cuando hay un aumento abrupto en la presión intraabdominal, como por ejemplo, al toser o estornudar, al reírse, hacer una flexión o levantar peso
2. Incontinencia urinaria de urgencia, que, como su nombre indica, ocurre cuando la persona tiene una necesidad repentina e inaplazable de orinar
3. Incontinencia urinaria mixta, que ocurre cuando el especialista diagnostica ambas variantes.

Esta alta prevalencia pone de manifiesto la necesidad de concienciar a la población sobre la importancia de acudir a revisiones periódicas para una detección temprana y poder acceder así a los tratamientos más adecuados, en función de cada caso concreto.

La menopausia y sus efectos

La menopausia trae consigo síntomas vasomotores como los sofocos, que suelen reducirse con el tiempo. Sin embargo, los síntomas genitourinarios, que afectan tanto al aparato urinario como a la salud íntima de la mujer, tienden a persistir y pueden agravarse sin tratamiento adecuado.

Con la disminución de estrógenos, las paredes vaginales se adelgazan y el tejido conectivo involuciona, lo que puede provocar molestias en cicatrices de partos anteriores, sequedad vaginal, disuria (dolor al orinar), urgencia miccional e infecciones recurrentes por alteraciones del pH vaginal. También puede derivar en dispareunia, es decir, dolor durante las relaciones sexuales.

«Es fundamental que las mujeres consulten a los especialistas en cuanto aparezcan estos síntomas, ya que cuanto antes se inicie el tratamiento, mejores serán los resultados y menor será el impacto en su calidad de vida», explica la experta de la SERMEF.

Tratamientos

La incontinencia urinaria no siempre puede prevenirse pero expertos de la Clínica Mayo afirman que el riesgo se puede disminuir manteniendo un peso saludable; practicando ejercicios del suelo pélvico; evitando alimentos que irriten la vejiga, como la cafeína, el alcohol y los alimentos ácidos. Además, se puede prevenir el estreñimiento, una causa de incontinencia urinaria ingiriendo más fibra además de dejar de fumar.

Entre los tratamientos disponibles destacan los hidratantes vaginales, el uso de estrógenos locales y la rehabilitación del suelo pélvico. Asimismo, la medicina regenerativa ofrece soluciones innovadoras como la infiltración de plasma rico en plaquetas (PRP) y el láser de CO2, que favorecen la síntesis de colágeno y la regeneración del tejido.