La tomadura de pelo de las Cortes suma ya 49.200 millones
Este Gobierno le ha cogido el tranquillo a aprobarse a sí mismo y sin ningún tipo de control aumentos de gasto en todos los Consejos de Ministros
Está claro que este Gobierno le ha cogido el tranquillo a aprobarse a sí mismo y sin ningún tipo de control aumentos de gasto en todos los Consejos de Ministros, publicarlos en el Boletín Oficial del Estado y que aquí no pase nada, porque se lo he dicho a quien quiera saberlo a través de un documento que no se lee nadie.
Pero es que ese «gustirrinín» que da aprobarse gastos sin necesidad de pasar por el Congreso y por el Senado, a los españoles nos cuesta mucho dinero. Para pagar ese dinero, resulta que el gobierno le tiene que poner impuestos especiales a la banca, que no los paga ella, porque nos los transmite a los ciudadanos. Le quieren poner impuestos a las energéticas, que subirán los precios y terminaremos pagándolos los ciudadanos en la factura de todos los meses, además de perjudicar a las empresas al hacerlas menos competitivas.
En el mes de noviembre, como los números no parecen cuadrarle, han decidido autoaprobarse casi 3.000 millones más en gasto no financiero y casi 12.000 millones más en gasto financiero. Así, en solo once meses, los Presupuestos Generales del Estado, aprobados a finales de 2022 para el ejercicio de 2023 (que fueron de 381.507 millones de euros), han pasado a 430.765 millones a 30 de noviembre de 2024, simplemente por deseo y orden de un personaje que derrocha el dinero de nuestro país.
Se ha autoaprobado 49.257 millones más para su uso y disfrute.
El Congreso de los Diputados no existe para este Gobierno.
La oposición no existe y no sé si se entera.
Sus socios no existen ni los necesita, porque estos gastos se votan en el Consejo de Ministros.
Aquí solo necesita 22 corderitos mansos que balen «sí, bwana» en cada Consejo de Ministros, no vaya a ser que se queden sin silla y los pasen al paro como a Koldo o al Tito Berni, que nunca fueron ministros, pero se forraron aún más e hicieron que muchos se forraran, incluidas «putillas» de tres al cuarto que llegaron a vivir en el Paseo de la Castellana de Madrid gracias a las mordidas (y no de perros) que se sustanciaron desde el gobierno, con la connivencia de ministros y la presunta aquiescencia del 'número uno'.
Y hoy, los que publicamos que se han sacado de la manga 49.257 millones, y el diario que lo da a conocer, somos «fachosos» y sacamos fango. El único fango que sacamos es el que cubre a este gobierno, dispuesto a seguir gastando el dinero de los españoles, incluso en drogas, putas y gambas.
Como dice Alfonso Ussía, es el momento de abandonar el buenismo.
Para que vean todo lo que les estoy contando, les pongo este cuadro, en el que en la primera columna pueden ver los Presupuestos Generales cargados el 1 de enero de 2024 en la web de Hacienda; en la segunda columna, la ampliación de presupuestos hasta el 31 de octubre; en la tercera, la ampliada hasta el 30 de noviembre; en la cuarta, lo ampliado por partidas hasta el 30 de octubre y en la última, la ampliación hasta el 30 de noviembre.
Aquí pueden ver que, de momento, han necesitado ampliar el presupuesto de gasto de personal en un 4,4 %, en total 907 millones. En gastos corrientes se ha aprobado una subida de un 35 %, en gastos financieros un 15 % hasta llegar a 36.031 millones (solo en la Administración General del Estado). En Transferencias corrientes, un 11,4 %. Han vaciado el 97 % del Fondo de Contingencia, han aumentado un 22,6 % las Inversiones Reales hasta llegar a 13.580, pero a cambio han reducido en un 12,1 % las Transferencias de capital.
Así ya tienen autorizados 18.742 millones más en gasto no financiero, y se ha aprobado un 24,4 % más en préstamos y un 22,2 % más en deuda, hasta 30.514 millones adicionales en operaciones financieras.
Todo esto suma que las necesidades totales del gobierno han aumentado en 11 meses en 49.257 millones más, lo que supone un 12,9 % de gasto total por encima de los Presupuestos de 2023.
Nadie tiene la culpa, excepto ellos, de que no puedan aprobar Presupuestos Generales. Deberíamos hacer una modificación en nuestra Constitución para que, si no se consigue sacar adelante Presupuestos Generales y se tienen que renovar, se convoquen elecciones anticipadas, hasta que el pueblo vote un Congreso capaz de aprobar unos nuevos Presupuestos. Pero no puede ser que esto se convierta, de forma permanente, en un lugar tan importante como el de la Señora Bernarda.
Y esto vale para todos; si para aprobar unos Presupuestos Generales hay que tener elecciones generales todos los años, pues adelante, pero eso sí, no puede encabezar la lista para ser presidente la misma persona que no consiguió aprobar Presupuestos. A ver si así aprenden los políticos y aprendemos los españoles.