La última inocentada: a los jubilados

Un día más me dispongo a mi caminar diario. Acabamos de iniciar un nuevo año lleno de interrogantes a los que tendremos que hacer frente. Quizás hasta tengamos que ponernos una buena coraza. O a lo mejor tengamos que tenerla puesta todo el año. No sé, de verdad. Pero sea como sea, entre lágrimas, quizás tengamos algún momento de sonrisas; puede ser que también de carcajadas. Habrá que esperar a cada momento.

Me disponía a salir a la calle y al pasar por el despacho, vi un balón de baloncesto que se había caído de la estantería, y me acordé de la festividad próxima de Reyes, … Y exclamé…¡Anda, los reyes de los nietos¡. Rápidamente me vino a la mente que en el mes de abril había solicitado a la Agencia Tributaria de la Administración Central, la de Sánchez, con el impreso DT2, la devolución por aportación a Mutualidades de los ejercicios 2019-2022 y ejercicio 2023, por pensiones de jubilación o invalidez, en cumplimiento de la Disposición Transitoria segunda de la Ley 35/2006.

Por aclarar un poco. Estas reclamaciones nacen como consecuencia de que los mutualistas habíamos cotizado de más a las antiguas mutuas en los años 60 y 70. Después de una decisión del Tribunal Supremo, que dio la razón a un jubilado de banca, que pedía que parte de su pensión, ligada a las aportaciones que realizó entre 1969 y 1979 a la Mutualidad Laboral de Banca, no tributase en las declaraciones del Impuesto sobre IRPF. A partir de aquí, y desde el miércoles 20 de marzo, la Agencia Tributaria ponía a disposición de todos los afectados un formulario en su página web para que los jubilados pudieran solicitar la devolución por lo pagado de más cuando cotizábamos a estas entidades.

Quería consultar la cantidad de dinero que Hacienda me devolvería antes del 31 de diciembre, plazo máximo para dicha devolución. Deseaba comportarme bien en el regalo de reyes y si la devolución era importante, podría portarme con ellos espléndidamente. Cosas de abuelos. Así que encendí el ordenador y con certificado digital entré en la página que la Agencia tiene habilitada para el estado de dicha consulta. Y aquí vino la inocentada, vamos que es lo que interpreté al ver dicha pantalla. «Error 404. Página no encontrada o recurso inexistente. Puede contactar con el servicio de atención al contribuyente indicando el código de error 404.» También pensé, que seguramente estrían tan liados haciendo las devoluciones, que la página estaba saturada. Vamos que todos los funcionarios de la AEAT, incluso, subinspectores e inspectores, … y el mismo Delegado, ministra, Secretarios de Estado, Subsecretarios, Jefes de departamento y asesores… , estaban erre que erre, grabando respuestas y haciendo resoluciones para que los ingresos estuvieran antes de fin de año. Su incumplimiento daría lugar a tener que pagar intereses de demora. Y las arcas del estado no están para bromas.

Y opté por otra entrada de solicitud de información y … me tuve que sentar. Era la respuesta que menos me esperaba, aunque con este gobierno y con esta ministra, todo puede pasar. «Mutualistas: solicitudes de devolución. Accede a toda la información para solicitar tu devolución. Información: “Queda sin efecto el formulario de solicitud de devolución para mutualistas habilitado con anterioridad al 22 de diciembre de 2024. También quedan sin efecto las solicitudes de devolución del IRPF presentadas para la aplicación de la DT 2ª de la LIRPF de los ejercicios 2022 y anteriores no prescritos, cuya devolución no se hubiera acordado con anterioridad al 22 de diciembre de 2024, cualquiera que sea la vía que se haya utilizado para su solicitud.» Y me remitía a este enlace. https://sede.agenciatributaria.gob.es/Sede/irpf/mutualistas-solicitudes-devolucion/queda-sin-efecto-formulario-solicitud-2024.html.

Traduciendo y siendo claros. «Que ni chicha, ni limoná. Quedaba sin efecto el formulario de solicitud de devolución para mutualistas que habíamos hecho y teníamos derecho». Nuestro dinero lo tenía el Estado y no tenían un duro para devolver. Se lo habían gastado todo.

Y la cosa, pensándolo bien, no es que no esté bien pensada, legalmente o no. El gobierno se quedaría con todo el dinero y lo devolvería (dicen) con cuentagotas. No es igual que en dos años te devuelvan lo correspondiente a 10, que uno por cada año que te quede de vida… Es decir, que si espero que me devuelvan todo, tendré que estar vivo hasta tener los 110 años. Y eso es cosa muy probable como comprenderán.

El señor Sánchez y la señora Montero no nos habían dado una inocentada, era real lo que estaba viendo. El 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes nos habían vuelto a «vuelto a tomar el pelo» a los jubilados. Una vez más.

Entonces me acordé de las cesiones a ETA, de las liberaciones de los robos a los trabajadores con los ERES de Andalucía, de las fiestas en prostíbulos, de las mariscadas,… de los jóvenes y las miles de viviendas que no tendrán, de las cesiones de millones de euros a la comunidad catalana, de los miles de millones de euros que no llegan a los valencianos afectados por la DANA, … Y hasta de las maletas del aeropuerto de Madrid con la visita de autoridades venezolanas. También de los innumerables juicios pendientes de los que tanto se habla en las noticias y programas de TV. Y llegue a una conclusión. España no es que no vaya bien, España va cada vez peor.

… Y salí a la acera y me dispuse a andar, intentando digerir algo que no me esperaba. Otro sofocón de este Gobierno de Sánchez. Lo malo es que al final, con tanto sofocón tendré una úlcera de estómago, y eso contando con que el concurso del servicio de asistencia sanitaria salga resuelto favorablemente y MUFACE no se hunda definitivamente. Y esto es ya lo que nos faltara a los funcionarios en activo y en clases pasivas. Solo faltaría que nos dieran... (no seáis mal pensados), otra inocentada,… que seguro que llegará.

¿Pero sabéis qué os digo?... Los nietos tendrán su regalo, aunque para ello tenga que vender en el mercadillo al gobierno entero. Lo malo es que seguramente no recaudaremos lo suficiente.